Australia sigue dando guerra en el Mundial de Qatar. El equipo de Graham Arnold, que está teniendo una participación heroica en el torneo, está en los octavos de final después de haber conseguido la machada de ganar dos partidos en la fase de grupos, el último de ellos ante una decepcionante Dinamarca. [Narración y estadísitcas: Australia 1-0 Dinamarca].
El conjunto de Kasper Hjulmand, clara favorita para ser segunda del Grupo D por detrás de la Francia de Didier Deschamps, cerró con una dura derrota su decepcionante papel en este Mundial a pesar de tener una plantilla plagada de estrellas internacionales. El gol de Matthew Leckie en la segunda parte puso la puntilla al drama danés.
Los europeos arrancaron mejor el partido dejando en el primer cuarto de hora sus mejores minutos en este Mundial. Sin embargo, Australia consiguió igualar la intensidad y la fuerza impuesta por su rival desde el arranque para terminar cerrando una primera parte que perdió vistosidad a medida que se iba acercando al descanso.
Sin embargo, en la segunda mitad, los aussie aprovecharon una contra para que Leckie hiciera el tanto de la victoria en el minuto 60 y dedicarse a defender en bloque bajo un botín que les garantizaba el pase a los octavos de final. Una Dinamarca inoperante y sin ideas terminó inmolándose con balones colgados que eran rechazados por la defensa oceánica para decir adiós a la competición.
Dinamarca se desinfla
El Grupo D era uno de esos que estaba definido incluso antes de arrancar la competición. Francia, aspirante al título, sería primera de grupo con facilidad y Dinamarca estaba llamada a escoltarla hasta los octavos de final. Australia y Túnez bastante habían hecho con llegar hasta ahí. Sin embargo, en el fútbol puede pasar de todo y la heroica de los aussie ha terminado demostrando la belleza de este deporte.
Dinamarca llegó a la última jornada con un hilo de vida. Tenía que aprovechar sí o sí su partido ante Australia para avanzar de ronda y por eso salió con todo, arrinconando a los de Graham Arnold que no daban a basto para contener las intentonas rivales. Con Lindstrom y Braithwaite apareciendo entre líneas, el desequilibrio y el desconcierto de la defensa oceánica era total.
Jensen, con un disparo potente desde el perfil derecho del área tras una prolongación del exdelantero del Barça en el minuto 9, dejó el mejor acercamiento. Ryan respondió con una gran intervención. Dinamarca lo siguió intentando, pero transcurridos los primeros 20 minutos, su rendimiento cayó en picado de manera alarmante. Austalia consiguió igualar la intensidad y la fuerza de su rival, adelantó líneas y evitó que Dinamarca jugara en su campo. Así conseguían robar más arriba para montar ataques directos.
McGree dejó el primer acercamiento oceánico con un disparo de volea desde unos 25 metros. Australia tampoco fue un ejemplo de fútbol ofensivo en los primeros 45 minutos y consiguió que el acto se cerrara con un juego más aburrido, tosco y falto de la vistosidad que habían puesto los daneses en el arranque.
El héroe Matthew Leckie
Sin embargo, la historia cambió radicalmente en el segundo tiempo. Australia supo salir por el camino correcto planteando unos primeros 15 minutos de total asedio teniendo en cuenta su reducido nivel futbolístico. Al igual que había hecho Dinamarca en el primer tiempo, intentaría llegar hasta donde le llegara la gasolina para jugarse el billete a octavos.
La primera jugada del segundo tiempo terminó en un córner a su favor. Y la segunda, con un gran intento del centrocampista Irvine con un disparo desde dentro del área que se marchó alto después de una buena jugada por la izquierda estaban avisando antes de la locura. En el minuto 58, pero del partido entre Túnez y Francia, llegaba el gol de Khazri, delantero del equipo africano, que les metía en los octavos de final y que ponía contra las cuerdas tanto a Australia como Dinamarca.
El mensaje llegó hasta el Al Janoub Stadium y fue recibido por un Matthew Leckie que terminó siendo el héroe. En una contra de libro de lo aussie, el delantero recibó el esférico tras tirar un gran desmarque a la espalda de la defensa. Encaró a Maehle, al que rompió la cadera con dos recortes, y la puso cruzada al palo largo y de zurda imposible para Schmeichel. El plan había salido a la perfección porque en el minuto 60 volvían a estar dentro echando a Túnez y alejando aún más a Dinamarca.
A partir de ese momento, los de Graham Arnold se dedicaron a defender el marcador resguardándose en bloque bajo cerca de la meta de Ryan. Era el plan que habían puesto en práctica durante todo el Mundial y, conscientes de sus limitaciones, no lo iban a cambiar. Y les salió a la perfección. La inoperancia de Dinamarca en ataque hizo que los aussie no sufrieran en la media hora final.
Solo un acercamiento de Dolberg que fue señalado como penalti les supuso un gran sobresalto. Sin embargo, la acción fue anulada por fuera de juego del delantero del Sevilla. Más tarde, Bah, que había entrado en la segunda mitad, dispuso de la ocasión más clara con un disparo desde el perfil diestro del área con el exterior, pero su lanzamiento se marchó desviado. Ya en el descuento, Cornelius lo intentó con un remate de cabeza que se marchó alto y que terminó por enterrar las pocas opciones que tenían los daneses. El equipo de Kasper Hjulmand se despide del Mundial con un decepcionante papel y Australia sigue soñando con su primera clasificación en 16 años, la segunda de su historia.
Australia 1-0 Dinamarca
Australia: Ryan, Degenek, Souttar, Rowles, Behich; Leckie (Hrustic, 88'), Irvine, Mooy, Goodwin (Baccus, 46'); Duke (MacLaren, 82') y McGree (Wright, 74').
Dinamarca: Schmeichel; Kristensen (Bah, 46'), Andersen, A. Christensen, Maehle (Cornelius, 69'), Hojbjerg, Jensen (Damsgaard, 59'), Skov Olsen (R. Skov, 69'), Eriksen, Lindstrom; y Braithwaite (Dolberg, 59').
Gol: 1-0, 60' Leckie.
Árbitro: Mustapha Gorbal (Argelia). Mostró tarjeta amarillas al danés R. Skov (m.75)
Incidencias: partido correspondiente a la tercera y última jornada del grupo D disputado en el estadio Al Janoub de Al Wakrah ante 41.232 aficionados.