La tensión sigue creciendo en torno a la selección de Irán. Ni siquiera los buenos resultados han conseguido calmar las aguas. La victoria del equipo asiático frente a Gales le da muchas opciones de estar en los octavos de final del Mundial de Qatar. Sin embargo, al gobierno del país le preocupa ahora mismo más su imagen internacional que el progreso de su combinado nacional.
Por este motivo, han decidido lanzar una gran amenaza sobre los jugadores de la selección según ha informado la cadena CNN. Esta tendría el objetivo de intentar amedrentar a los integrantes del equipo para garantizar un comportamiento afín al régimen que no propague una mala imagen del gobierno del país.
Para ello, siempre tal y como se apunta en esta información, los familiares de los jugadores habrían sido amenazados con el "encarcelamiento o la tortura" si estos no se comportan debidamente cuando representen al equipo nacional, especialmente cuando están sobre el terreno de juego delante de las cámaras de televisión del mundo entero.
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Esta seria advertencia se ha producido antes de que se produzca el tercer partido del equipo iraní en el Mundial de Qatar y después de los jugadores decidieran protestar contra el régimen en el encuentro inicial. El duelo contra Inglaterra del pasado 21 de noviembre arrancó con la negativa de los jugadores a cantar el himno nacional para protestar contra el gobierno.
Dicha situación provocó un enorme enfado en el régimen y, aunque no se repitió en el segundo encuentro contra Gales, no ha evitado que se lanzara una gran advertencia antes del polémico duelo contra Estados Unidos, el cual tiene un contexto político externo al fútbol realmente importante.
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La intervención de la CGRI
Después de aquel primer desplante, tal y como indica la información de la cadena estadounidense, los jugadores de la selección fueron convocados a una reunión con miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI). Allí recibieron dicha advertencia en la cual supieron que no habría piedad con sus familiares si proseguían realizando actos de ese tipo. Estaban dispuestos a llegar incluso a la "violencia y la tortura". Quedaba terminantemente prohibido no cantar el himno o mostrarse a favor de cualquier protesta contra el régimen de Teherán.
Tras aquel primer desplante, la seguridad se ha extremado en la concentración de Irán y decenas de oficiales del CGRI han sido reclutados para controlar a los jugadores iraníes. No tienen permitido mezclarse con gente externa al equipo o reunirse con personas extranjeras: "Hay una gran cantidad de oficiales de seguridad iraníes en Catar recopilando información y monitoreando a los jugadores".
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Además, se produjo una segunda reunión entre miembros de la CGRI y el seleccionador, Carlos Queiroz, para ponerle al corriente de la situación y de las amenazas que pesan sobre sus jugadores y sobre sus familias. El técnico, que ha sido muy criticado por acceder a dirigir a un equipo que depende de un estado en esta situación, habría cambiado en cierta manera su modus operandi y habría transmitido a sus futbolistas que pueden protestar durante la celebración de la Copa del Mundo, pero solo dentro de las normas de la FIFA.
La CNN también añade la siguiente información sobre lo sucedido: "En el último partido contra Gales, el régimen de los ayatolá envió a cientos de actores para crear una falsa sensación de apoyo a la selección. Para el próximo partido contra Estados Unidos, el régimen planea aumentar significativamente el número de actores presentes en el estadio". Irán y Estados Unidos disputan este martes un partido crucial del Grupo B de la Copa del Mundo para decidir quién pasa a octavos de final.