El domingo fue un día especial para Luis Enrique y toda su familia. Además del partido contra Alemania, era el día en el que su hija Xana hubiera cumplido 13 años. La pequeña falleció el 29 de agosto de 2019. Su padre pasó los últimos meses con ella tras abandonar el cargo de seleccionador, pues tenía una responsabilidad mayor que asumir.
Luis Enrique empezó el día con un mensaje en Instagram. Mientras disfrutaba en Doha de un paseo en bici junto a Lorenzo del Pozo, su preparador físico, hablaba a la cámara para decir lo siguiente: "Hoy es un día especial. No solo porque jugamos contra Alemania, sino porque mi hija Xana habría cumplido 13 años. Mi amor, estés donde estés, te quiero".
Hasta este domingo, Luis Enrique nunca había hablado en público de este tema. Decidió 'romper' su silencio con toda la naturalidad que le viene acompañando desde hace tiempo. Siempre se respetó esa postura, incluso cuando su salida de la Selección se convirtió en un misterio para muchos.
El vídeo fue lo que llevó a un periodista alemán a preguntarle por su hija tras el partido que acabó en empate (1-1). Luis Enrique respondió en español, "por ser un tema personal", y lo hizo con una entereza brillante, dejando uno de esos mensajes que tardan tiempo en olvidarse.
"Ha sido un día especial para mí y para mi familia. Hace tiempo que lo intentamos vivir con naturalidad. Es evidente que no tenemos físicamente a nuestra hija, pero la tenemos presente cada día, recordándola, riéndonos, pensando cómo actuaría en muchas de las cosas que nos pasan en el día a día. Así funciona la vida, no solo son cosas bonitas o tratar de buscar la felicidad, sino que también consiste en gestionar esos momentos", dijo.
La respuesta dejó impactados a la mayoría de los allí presentes, por lo fuerte que cayó este asunto cuando se anunció el fallecimiento de la niña con 9 años a causa de una enfermedad y por la forma en la que se abrió el seleccionador. Xana sigue estando presente en una de las maneras más bonitas que pueda haber, en la memoria y el corazón de los que más la quieren.
Antes de esto, Luis Enrique analizó como después de cada partido la imagen de su equipo. De la ilusión desbordada tras lo de Costa Rica (7-0) pasó a dar algunas puntilladas de lo que falló en la Selección contra Alemania. Solo una carambola dejaría a España eliminada del Mundial en la última jornada del grupo, pero el técnico asturiano cree que este domingo se pudo ganar.
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"Nos ha faltado finura y frescura todo el partido. En la primera parte fue más completa, generamos más que el rival. La segunda fue más espesa. Cuando conseguimos adelantarnos en una gran acción y un gran remate hemos acompañado el modo pánico de Alemania, que sólo le valía ganar. Ha metido delanteros, empezó a jugar a idas y vueltas y nosotros no hemos estado tranquilos para llevar el partido donde queremos", lamentó.
"Nos ha faltado un poco de poso, de tranquilidad. Somos muy buenos jugando a lo que jugamos, pero si jugamos a otra cosa las transiciones nos cuestan más. Una pena. Hay que ser optimista y estar contento porque somos líderes en el grupo de la muerte", apuntó el técnico, que añadió: "Es un sentimiento extraño cuando uno tiene la posibilidad de ganar el partido frente a Alemania y para intentar clasificarte. Una pena no lograrlo. Es un momento triste, pero al final tenemos que pensar en la posición en la que estamos", analizó.