Inglaterra jugó este viernes su segundo partido en el Mundial de Qatar (0-0 ante Estados Unidos) y de nuevo se vio a Harry Kane, su capitán, luciendo un brazalete que no era el del lema One Love. El combinado inglés no quiere enfrentarse a las amenazas de la FIFA, las cuales fueron más allá de lo sabido hasta ahora.
Mark Bullingham, director ejecutivo de la Federación inglesa (FA), ha hablado sobre el asunto del brazalete. No esconde su descontento por la situación y la actuación que ha tenido la FIFA, llegando a poner contra las cuerdas a las siete selecciones europeas que querían lucir en Qatar el brazalete arcoíris.
La denuncia de Bullingham es, principalmente, por la intervención "escandalosa" de la FIFA. En declaraciones para ITV Sport, el mandamás del fútbol inglés relata cómo se enteraron en la concentración de que no podían lucir el brazalete o se expondrían a un duro castigo. Estas fueron sus palabras:
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"Teníamos claro que queríamos llevarlo [el brazalete] y estábamos comprometidos. Anunciamos que lo haríamos ya en septiembre, tuvimos muchas reuniones con la FIFA durante ese período y el sábado, antes del partido, sentimos que habíamos llegado a un acuerdo. No teníamos permiso, pero afrontaríamos la multa", contó sobre la postura de la FA. Kane también dijo antes del debut que pagaría la sanción, si fuera necesario.
Pero llegó la vuelta de tuerca de la FIFA, que agravó las sanciones que conllevaría el gesto reivindicativo y lo comunicó de la siguiente manera a la expedición inglesa: "Desafortunadamente, el día del partido nos avisaron dos horas antes... Vinieron aquí con cinco árbitros y nos anunciaron que, como mínimo, cualquiera que usara el brazalete se enfrentaría a medidas disciplinarias ilimitadas. No se trataba solo de multa o tarjeta sino que podrían restar puntos".
Estamos frustrados y enojados; fue indignante la forma en que se gestionó esto
Bullingham fue el altavoz para la indignación del fútbol inglés: "El nivel de sentimiento es muy alto. Estamos frustrados, estamos enojados, pensamos que fue indignante la forma en que se gestionó esto. Queríamos mostrar nuestro apoyo a la comunidad LGTBI y no pudimos hacerlo. No podíamos poner a los jugadores en esa posición. Muchos de ellos han soñado con jugar el Mundial desde que eran jóvenes. Y de repente es posible que no puedan participar...".
Inglaterra asume que es una batalla perdida, tal y como quedó claro con el comunicado que las siete selecciones emitieron el lunes. La que no se rinde es Alemania, que recurrió ante el TAS las amenazas de la FIFA y lucha por lucir el brazalete este domingo ante España. Además, sus jugadores se taparon la boca en la foto de equipo previa al partido contra Japón. Es la lucha social del Mundial de Qatar.