Suiza suma tres puntos importantísimos en un grupo en el que la segunda plaza aparenta muy disputada. Triunfo frente a Camerún gracias a un solitario gol de Breel Embolo, que no celebró el tanto por una macabra casualidad: tanto él como sus padres nacieron en Yaundé, capital del país africano. [Narración y estadísticas: Suiza 1-0 Camerún]
Camerún empieza el Mundial con derrota. En un grupo con Brasil y Serbia como sus otros rivales, es casi una sentencia de muerte. Le faltó suerte a los 'leones indomables', que en la primera mitad asfixiaron a Suiza. Yann Sommer, meta del Mönchengladbach, se vistió de héroe y evitó que Choupo-Moting o Toko Ekambi, delanteros cameruneses, adelantaran a su selección en la primera parte.
Tras el descanso, Suiza mejoró notablemente con el balón y acabó encontrando el gol. Llegó tras una gran apertura de Xhaka a banda, donde estaba Freuler para poner un centro raso que Embolo remató con decisión. Brasil y Serbia se medirán en el otro partido del grupo G a las 20:00 horas.
Embolo nació en Yaundé
Una de las imágenes del Mundial será Embolo pidiendo perdón tras marcar ante Camerún el gol de la victoria. Mientras sus compañeros celebraban el tanto que estrena su cuenta goleadora en Qatar, el jugador del Mónaco levantó los brazos y mantuvo el rostro serio. Una sensación agridulce en el escenario más especial de todos.
Embolo nació en Camerún, como su padres, pero siendo pequeño salió del país. Su familia y él se mudaron primero a Francia y después a Suiza. Allí ha desarrollado toda su trayectoria deportiva desde las categorías inferiores. En 2010 entró en la academia del Basila y cuatro años después recibió la ciudadanía suiza. En 2014 recibió su primera llamada de la selección europea, aceptándola y cerrando las puertas a su país de origen.
Sommer desesperó a Camerún
Más allá de la anécdota, Camerún mereció mucho más en su debut en el Mundial Sobre todo por lo que hizo en la primera parte. El equipo africano fue de atrás hacia delante y asedió el área suiza durante casi media hora. El equipo de Rigobert Song hizo cinco disparos en los 45 minutos iniciales. Luego del descanso solo hizo dos, desmontrando el bajón que dieron los leones tras haber perdonado varias veces.
Todo lo contrario le ocurrió a Suiza. De casi pedir la hora para irse al descanso a recuperar sensaciones con el balón y recuperar el control del partido. Los de Murat Yakin empezaron a abrir huecos mediante la posesión y en una jugada así llegó el gol en el minuto 48.
A Camerún le entraron los nervios y no supo gestionar bien los acercamientos al área de Sommer que tuvo en la segunda parte. El mejor de los africanos fue el centrocampista André Zambo Anguissa, que juega en el Nápoles. Su dominio físico en la medular no fue suficiente para una selección venida a menos.
Quien sí tuvo para marcar fue Suiza. Fue en el añadido al final de partido. Seferovic, que había entrado desde el banquillo, se metió en el área y recortó muy bien a Castelleto. El central camerunés se repuso milagrosamente y se lanzó desde el suelo para cortar un balón que se habría colado en la portería. Ahí murió el partido.