Luis Enrique ya es oficialmente un streamer. El seleccionador español debutó en la tarde de este viernes en la plataforma Twitch y realizó su primera emisión en directo desde la concentración de la Selección en Qatar. La emisión fue todo un fenómeno social ya que más de 150.000 usuarios se dieron cita en el punto álgido del directo, y muchos de ellos además interactuaron con el entrenador a través de los comentarios en el chat de esta red social.
Sobre un pequeño fondo en el que se leía "Vamos España", Luis Enrique estuvo durante cerca de una hora en el aire hablando sobre lo que le apetecía y contestando a las preguntas que le plantearon los aficionados que se dieron cita. La sorna estuvo muy presente en su discurso y, de hecho, una de las primeras cosas que hizo fue mandar un saludo a Amunike, su excompañero en el Barcelona en su época de jugador.
El seleccionador se mostró natural, tal y como suele ser también en el resto de sus comparecencias públicas, y sin filtros, como ya comentó previamente, fue abordando diferentes temas de todo tipo. Se atrevió a hablar de cosas más serias como sus selecciones favoritas al título, la ausencia de Gayà o las características de Costa Rica, el primer rival de España, y también de otras más desenfadadas como sus promesas si la Selección es campeona o los jugadores más bromistas del vestuario.
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Sin tapujos
Luis Enrique comenzó su emisión comentando cuál iba a ser su propósito, que no es otro que el de pasar un rato entretenido con los aficionados de la Selección. Además, confirmó que sus directos se limitarán tan solo al tiempo que dure el Mundial y que, una vez que este termine, dejará su recién estrenada faceta como streamer.
Los comentarios comenzaron a caer en cascada en el chat. De todo tipo, unos más amigables que otros, pero la gran mayoría de ellos en un tono muy favorable al seleccionador. A la pregunta de sus favoritas para el Mundial, tiró a asegurar y señaló a Brasil, Argentina, Francia o Alemania como las grandes candidatas, aunque repitió en varias ocasiones a lo largo de su emisión a Países Bajos como la revelación y principal sorpresa del torneo.
A Luis Enrique también le preguntaron por la juventud, una característica de una parte importante de sus jugadores como Pedri, Gavi o el recién llegado Alejandro Balde, y la reconoció como un tesoro. Habló del Tour de Francia de Indurain y de que, en la actualidad, corredores más jóvenes ganan la carrera ciclista más importante con apenas 18 años.
Reconoció el entrenador que "llegar a las semifinales sería un buen resultado", pero tampoco lo firmó porque confía en que España pueda salir campeona: "Ya es hora de que España vaya teniendo la segunda estrella". También fue preguntado sobre el jugador más bromista del vestuario y apuntó a Pedri y a Jordi Alba como los más destacados en este aspecto.
Luis Enrique no tuvo problemas en recordar el codazo de Tassotti en el Mundial de 1994, donde acabó con el tabique roto y sangrando por la nariz: "Tuve la oportunidad de conocer a Tassotti, fue muy cariñoso cuando me vino a saludar. Me tocó a mí, yo también he dado varios codazos en mi carrera aunque afortunadamente no rompí ningún tabique".
Por otra parte, también confesó que le había puesto a sus jugadores 'deberes' a lo largo de todo el año en forma de lanzamiento de penaltis: "Les dije que tenían que llegar al Mundial con 1.000 penaltis tirados".