Los días de gloria de Wilfredo Caballero pasaron hace tiempo. De aquel portero de reflejos felinos que deslumbró en el Málaga poco queda. Pasó por el Manchester City con menos brillo del esperado y hoy es suplente de Thibaut Courtois en el Chelsea londinense. No es mal destino aunque con el belga en forma es casi imposible quitarle el puesto. Justo lo que Jorge Sampaoli le ha dado en Argentina porque si bien Sergio Romero, el Chiquito, el anterior portero titular en la albiceleste es suplente en el Manchester United, el tercer meta, Franco Armani, es el favorito de los aficionados y los críticos.
Desde que Sampaoli se hizo cargo de la albiceleste, Willy Caballero se convirtió en su arquero titular. Indiscutible. No había más razón que la decisión del DT. De hecho, en la pasada Copa América, cuando Romero era ya suplente en el United de José Mourinho se decía que jugaba por ser amigo de Messi, así que estaba claro que la decisión de cambiar era de Sampaoli y sólo de Sampaoli.
Y le defendió siempre. Incluso cuando el portero del Chelsea la lió en el primer encuentro del Mundial ante Islandia sirviendo en bandeja el gol de los nórdicos que supuso el empate y un decepcionante debut mundialista de los sudamericanos.
"No solamente juega bien con los pies, cuando uno elige un arquero lo elige relacionado con sus capacidades y con una relación propia de los jugadores que los rodean", explicó Sampaoli. Aunque lo dejó aún más claro un par de preguntas después en esa misma rueda de prensa: “Yo lo pongo a Caballero por lo bien que juega con los pies”.
Una afirmación cuando menos dudosa tras aquel error y que la burla del destino ha querido que se convirtiera en irónica, pues el error del portero al despejar un balón se convirtió en el primer gol de Croacia y abrió la puerta a una humillación histórica de la que difícilmente se olvidarán en Argentina. De hecho, Twitter siempre se lo recordará a Sampaoli.