Una gran cantidad de polillas, invitadas inesperadas a la final de la Eurocopa que disputarán Portugal y Francia, hicieron acto de presencia en los prolegómenos del choque y molestaron a los componentes de ambas selecciones y al cuerpo arbitral que salieron al césped del Estadio de Francia para hacer su primeras tomas de contacto con el escenario del choque.
El fuerte calor, que desde hace dos días apareció en la capital francesa repentinamente tras un extraño mes de junio marcado por las lluvias, fue probablemente la causa de la aparición de los insectos que interfirieron entre los presentes en el césped del Estadio de Francia.