"Es mi cuarta temporada en Francia y ha sido un tiempo fantástico, mis recuerdos serán muy buenos cuando me vaya. Puse a Suecia en el mapa del mundo y ahora incluso he puesto a Francia en el mapa". Las palabras de Zlatan Ibrahimovic dejan claro dos cosas: que el delantero sueco se tiene a si mismo en mucha estima y que no quiere faltar a la cita del próximo torneo europeo de selecciones que se jugará en Francia, país donde actualmente practica su fútbol en las filas del PSG. Para ello recibe este sábado (20:45) a Dinamarca en un duelo escandinavo que encabeza la ida de la repesca continental.
Ibrahimovic, incluso antes de que se conociese su rival en los playoff, ya advirtió de que no pensaba en una Eu rocopa sin él:"No quiero perderme la Eurocopa el año que viene. Es inimaginable ver este torneo sin mí en el campo". Para que eso no ocurra deberá vencer a la selección danesa, en la que destacan los nombres de Christian Eriksen, del Tottenham inglés, y Niklas Bendtner, que actualmente se desempeña en el Wolfsburgo alemán.
El equipo entrenado por Morten Olsen tendrá que superar un gran problema en esta repesca si aspira a viajar a Francia: la falta de gol. Ibrahimovic, con ocho tantos en ocho encuentros, ha marcado el mismo número de goles que toda la selección danesa durante la fase de clasificación.
Derbi escandinavo
Se trata de un choque especial para los dos países. "Los partidos contra Dinamarca son algo más que fútbol, es el derbi escandinavo. Siempre es divertido jugarlos porque hay mucha presión dentro y fuera del campo", aseguró Ibrahimovic en la rueda de prensa previa. Suecia se ha clasificado para las últimas cuatro Eurocopas, aunque enfrente tendrá a toda una campeona. Dinamarca fue la vencedora en la edición de 1992, disputada precisamente en Suecia. La historia reciente no es tan triunfal para los daneses y en 2008 ni siquiera lograron la clasificación, algo que podría repetirse si Ibrahimovic y los suyos lo impiden.
No debería Ibrahimovic dejarse llevar por la presión. Se encuentra a una cartulina amarilla de perderse el partido de vuelta que se jugará en territorio rival. Él, lejos de preocuparse, se muestra confiado: "He jugado once partidos, he marcado nueve goles y dado cinco asistencias. Si hago esto siendo viejo y débil, imaginaos lo que haría siendo joven y fuerte".
Su rendimiento individual no se pone en duda, como si sucede con el de su selección. Austria y Rusia consiguieron la clasificación directa en su grupo, algo sorprendente pero que debería servir de advertencia. La situación podría volverse más alarmante si no logran el éxito en la repesca a pesar del formato para aceptar mayor número de equipos (24) y facilitar la entrada de combinados de menor nivel. Ibrahimovic quiere esta en Francia y que no vuelva a pasar lo ocurrido en el pasado Mundial, al que no acudió tras caer en la repesca. Un torneo que, según él, quedó desprestigiado: "Un Mundial sin mí no merece la pena verlo".
Ucrania y Eslovenia buscan billete a París
Además del derbi escandinavo, otros dos equipos se juegan este sábado la ida del choque para lograr el billete a la Eurocopa. Ucrania recibe a Eslovenia (18:00) en un partido con representantes de la Liga española. Konoplyanka, que viene de ser el artífice de la victoria del Sevilla frente al Real Madrid, se enfrentará a Oblak. Aunque el portero del Atlético de Madrid es suplente en su selección, que confía la posición de guardameta a Samir Handanovic, del Inter de Milán.
Se trata de un duelo de contrastes. Salvando a Konoplyanka y a Anatoliy Timoshchuk, que juega para el Kairat Almaty de Kazajistán, todos los jugadores ucranianos juegan en la liga de su país. Nada que ver con los eslovenos, ya que ninguno de los convocados militan en conjuntos de la Prva SNL, competición eslovena.
En el primer encuentro de la repesca, Hungría logró resistir el asedio de Noruega a su portería, algo que sumado al tanto de Kleinheisler, debutante con su selección, le dieron la victoria al equipo entrenado por Negil Olsen. Kleinheisler, apodado en su país como el 'Scholes húngaro', sorprendió con un zapatazo desde la esquina del área que acerca a los húngaros a la próxima Eurocopa.