El codazo de Sergio Ramos a Lucas en la ida de las semifinales de Champions entre Real Madrid y Atlético de Madrid vino precedido de otra acción que también podría haber sido motivo de expulsión. La protagonizó Diego Godín en un salto en pleno córner, también en la primera parte y propinándole un golpe tan fuerte a Casemiro que el jugador brasileño se quedó sangrando en el terreno de juego.
El centrocampista del Madrid, que también se golpeó con Ramos, acabó en el suelo. La consecuencia fue una herida en la boca que le obligó a llevar una gasa hasta que la hemorragia se detuvo (se fue con tres puntos de sutura). La acción se pareció mucho a la que protagonizaron Marcelo y Messi en el último Clásico Madrid-Barcelona, que tuvo unas consecuencias parecidas para el argentino.
Justo después de esta acción, llegó la "contestación" del Madrid: en otra salida a un saque de esquina, Ramos le propinó un fuerte codazo por detrás de la cabeza a Lucas Hernández. En ninguno de los dos casos hubo amonestación para los futbolistas. Estas faltas no sancionadas se unen al posible fuera de juego de Cristiano Ronaldo en el primer gol del partido, que terminó con un 3-0 favorable al conjunto madridista.