De vez en cuando, el fútbol deja imágenes inverosímiles en sus categorías más modestas. La última de ellas llegó este pasado fin de semana en el fútbol base de Italia, donde un entrenador se atrevió a entrar en el campo en pleno partido para robarle el balón a un jugador rival y cortar así un contraataque peligroso.
Los hechos sucedieron en el encuentro que enfrentaba al Pontassieve y al Subbiano. El choque, de sexta categoría, transcurría con normalidad hasta que el entrenador visitante rompió con la calma con una acción que le puede costar una grave sanción.
El Pontassieve se dispuso a lanzar un contraataque buscando hacer daño a la defensa adelantada del Subbiano. Un pase al hueco encontró el desmarque del delantero Monssef Bourezza, que aprovechó el resbalón de un zaguero rival para marcharse en solitario buscnado la portería contraria.
La jugada transcurría por el costado derecho, cerca de la banda en la que estaban situados los banquillos, algo que aprovechó el entrenador del Subbiano para intervenir en el juego con una actuación surrealista.
Alessio Guidotti, técnico del Subbiano, abandonó su posición habitual y entró al terreno de juego con decisión. Así, se dirigió directamente al delantero del Pontassieve que llevaba el balón en su poder y, para el asombro de todo el público, metió su pie para robarle el esférico y derribarle.
Acto seguido, se dio la vuelta y levantó las manos en señal de disculpa. El colegiado tuvo que detener el juego y le mostró cartulina roja al entrenador, que aceptó el castigo sin rechistar. No obstante, ahora se enfrenta a una sanción mucho más grave por interrumpir de esta manera inaceptable el normal transcurso del partido.
Rápidamente, una nube de jugadores del Pontassieve rodearon al entrenador del Subbiano con evidentes signos de enfado. Le reclamaron explicaciones a Guidotti, que se vio sin argumentos para justificar una acción como la que acababa de cometer.
Ahora, en la competición tendrán que estudiar la sanción que le imponen al entrenador del Subbiano por cometer esta infracción inaceptable. Se espera un gran castigo para Guidotti, más allá de la tarjeta roja que ya vio en el partido.