La final de la Champions League entre el Borussia Dortmund y el Real Madrid se vio interrumpida de manera abrupta nada más comenzar el partido. Cuando tan sólo se habían disputado 20 segundos, el juego tuvo que interrumpirse porque varios espontáneos ingresaron al terreno de juego.
Uno tras otro fueron invadiendo el césped ante la incredulidad de los futbolistas y sobre todo ante la pasividad incomprensible de las fuerzas de seguridad. Los responsables tardaron mucho en actuar y durante muchos segundos los tres espontáneos pudieron pavonearse por el césped de manera impune sin que nadie hiciera absolutamente nada.
En este caso, los espontáneos no reivindicaron ninguna causa social ni política, como suele ser habitual, y simplemente irrumpieron en la final para hacer un tipo de publicidad muy invasiva. Los tres jóvenes que saltaron al terreno de juego lucieron camisetas en las que se podía leer el nombre de Mellstroy.
Este apodo corresponde a un reconocido streamer ruso cuyo nombre real es el de Andrey Burim. Este creador de contenido está envuelto en una gran polémica por el tipo de entretenimiento que ofrece. Habitualmente da a sus seguidores humor negro, pero es que llegó a agredir a una amiga suya en directo.
Su fama llegó en 2021. En aquella retransmisión pegó a una amiga suya, Alena Efremova, de 21 años, con la que compartía el streaming, y le provocó heridas en los labios y en la boca. Ella le denunció y exigió una indemnización millonaria.
Mellstroy fue sentenciado por un tribunal ruso por esta agresión tanto física como verbal Efremova, modelo de profesión, y le condenó a seis meses de trabajo correctivo.
Toda esta polémica hizo que algunas plataformas como YouTube, Twitch o Facebook le expulsaran y cerraran sus perfiles oficiales. De esta forma, se mudó a otras plataformas en las que siguió con su contenido como Kick o Trovo.
El seguimiento que tiene este creador de contenido sigue siendo muy alto en internet. Pese a haber sido condenado y a su cuestionable actitud, muchas marcas siguen llegando a él para patrocinarle con grandes sumas de dinero.
De hecho, se habla de que en el año 2023 el patrimonio que dominaba este ruso gracias a su labores en las diferentes plataformas de internet ascendía por encima de los 7 millones de dólares.
El propio Mellstroy se jactó de la 'hazaña' que cometió en esta final de la Champions League unos minutos después. En la red social X (antes Twitter), escribió una publicación con un emoticono de una cara con una lengua fuera y el símbolo del dólar dibujado en ella.
Lo hizo respondiendo a un mensaje en el que se veía una foto de uno de los espontáneos en Wembley, en una clara actitud de burla hacia lo que acababa de suceder en uno de los espectáculos más seguidos del mundo.