Hace mucho tiempo que las aguas bajan revueltas en el Fútbol Club Barcelona. La entidad azulgrana se ha convertido en la casa de los líos y atraviesa uno de los momentos más delicados de toda su historia.
Lejos de la época dorada en la que Pep Guardiola llevó al equipo catalán al sextete, ahora sobre esta parte de la ciudad condal se ciñen muchos nubarrones. Las sombras del 'caso Negreira', los graves problemas económicos para cumplir con el Fair Play financiero, las famosas palancas y hasta el riesgo en el que se encuentra la supervivencia económica del club si no se transforma en Sociedad Anónima Deportiva cubren el día a día del Barça en los últimos meses.
Todo estos aspectos negativos se disparan aún más con esta última temporada en blanco. Los culés se han visto relegados a un segundo plano en todas las competiciones que han jugado y no han sido capaces de levantar ningún título en todo el año, algo que en un club con tanta exigencia siempre hace saltar las alarmas.
El Barça atraviesa además un periodo de autodestrucción en el que poco menos que los problemas se los crea el propio club y sus dirigentes. Los últimos acontecimientos sobre Xavi Hernández, ratificado hace unas semanas y ahora perseguido y casi apestado por la directiva, son el claro ejemplo de ello.
La figura del actual entrenador, uno de los jugadores más importantes de la historia del club, está quedando muy debilitada por los innumerables acontecimientos que le han rodeado desde que llegó. Pero no sólo él está siendo ninguneado en esta etapa diferente en el Barça, sino que a otras grandes leyendas de la entidad como Ronald Koeman o el propio Leo Messi les tocó vivir también episodios oscuros en el club.
Los acontecimientos no mienten y los tiempos son esclarecedores. En menos de tres años el Barça ha destituido como entrenador por la puerta de atrás al autor del gol de su primera Champions League, Ronald Koeman, ha dejado escapar de una forma surrealista al mejor jugador de su historia, Leo Messi, y está dañando de manera considerable la imagen de una leyenda de recuerdo imborrable como Xavi Hernández.
La imagen de Xavi
El Fútbol Club Barcelona está proyectando una muy mala imagen al exterior en los últimos meses, y muchos de los líos están salpicando a la misma persona. Xavi Hernández se ha convertido en el centro de muchas críticas por el mal juego del equipo, por sus comparecencias en las ruedas de prensa y también por su famosa decisión de abandonar el equipo al final de la temporada.
Este anuncio, que se dio tras la dura derrota ante el Villarreal, desencadenó una serie de acontecimientos que todavía traen cola hoy en día. De hecho, el culebrón se ha convertido en una historia de amor-odio entre el entrenador y el presidente Joan Laporta.
[La historia de amor-odio de Laporta y Xavi: del matrimonio perfecto a la ruptura dramática]
Durante semanas la directiva insistió para que Xavi Hernández cambiara su postura y no abandonara el barco al final de la temporada. Hubo una cumbre en el domicilio del presidente y ahí se acordó finalmente la continuidad del técnico, que cumpliría el año que le restaba de contrato. Incluso al día siguiente todo se escenificó en una rueda de prensa conjunta. Parecía que se respiraba paz y buena sintonía.
Sin embargo, unas declaraciones del propio Xavi unos días después en las que reconocía la superioridad del Real Madrid y que sería complicado competir contra los blancos en los próximos años por las limitaciones económicas, hicieron saltar todo por los aires. El cabreo de Laporta con aquel discurso de su entrenador se apoderó de la situación y ahora parece que Xavi está más fuera que dentro.
El público del Barça se puso del lado del exfutbolista en la última jornada coreando su nombre. Sin embargo, la imagen de una auténtica leyenda, de uno de los centrocampistas que perdurarán para siempre en la memoria de los culés y de cualquier aficionado al fútbol, está quedando por los suelos.
Messi y Koeman
Xavi Hernández no es el único que se ha visto afectado por la nefasta gestión del club en los últimos años. Otros hombres fundamentales en la historia del FC Barcelona han sido triturados y casi caricaturizados por las circunstancias y los dirigentes más recientes.
Aunque parezca mentira, Leo Messi salió del Barça por la puerta de atrás y de forma abrupta. El jugador más importante de la historia del club, el que tanta gloria le ha dado al público del Camp Nou y el que ha hecho que el conjunto culé llegara a los altares del fútbol, se marchó al París Saint-Germain en agosto de 2021.
Las estrecheces económicas asfixiaron al club y Joan Laporta fue incapaz de encontrar la fórmula para retener al crack argentino. Parecía imposible que Leo jugara en otro equipo que no fuera el Barça en su carrera deportiva, pero como consecuencia del megacontrato que tenía casi fue expulsado para aliviar la carga salarial.
Con aquel adiós el barcelonismo entró en depresión. De repente el Barça se vio sin la que había sido su referencia durante tantos años, sin su goleador, sin el futbolista que acaparaba todas las miradas y que, de paso, también atraía recursos económicos adicionales para el club. Una despedida por la puerta de atrás que no estuvo a la altura de la importancia en la historia del Barcelona.
El que fue más ninguneado todavía fue Ronald Koeman. Nunca terminó de entrar en el ojo del aficionado ni tampoco del club como entrenador, así que aquella historia del neerlandés en el banquillo terminó muy mal.
Destituido en octubre de 2021 después de contar con una plantilla discreta, el entrenador se agarró al "es lo que hay" y aquello no sentó nada bien en Barcelona. El resultado fue un técnico sin apoyos en el club, repudiado y expulsado del Camp Nou. Un trato que también dista mucho del que debería recibir el hombre que marcó el gol que significó la primera Champions League de la historia para el Barça.