Cuatro años después, el Deportivo de La Coruña vuelve a sonreír. Tras un paso agónico por Segunda B y Primera RFEF, la tercera categoría del fútbol español, al fin el conjunto gallego firmó el ansiado ascenso a Segunda División y puede celebrar su regreso al fútbol profesional.
Los blanquiazules vencieron en la jornada 36 de Primera RFEF al filial del Fútbol Club Barcelona, su máximo perseguidor en la clasificación, y de esta manera certificaron matemáticamente la primera posición al final de la temporada.
Un solitario gol de Lucas Pérez, que regresó a casa la pasada temporada para hacer realidad el ascenso, fue lo que decantó el choque a favor de los locales. La locura se instaló en Riazor y las emociones se desbordaron por volver al fútbol profesional después de unos años muy duros que a punto estuvieron de llevarse por delante la viabilidad de este histórico club.
La temporada que viene el Dépor regresará a Segunda División, categoría que perdió en el año 2020. Tras varios intentos fallidos y batacazos duros como el de hace dos temporadas en el playoff que se jugó en Riazor, ahora los gallegos consiguen salir del pozo para reencontrarse con el profesionalismo.
Una travesía por el desierto
Han sido años muy duros para el Deportivo de La Coruña desde que la temporada 2019/2020 descendiera desde la Segunda División. Con la viabilidad económica en el aire debido a la gran deuda que el club acumulaba, los diferentes intentos de ascenso frustrados convirtieron en crítica la situación.
En su primera temporada en Segunda División B, el año en el que la categoría se reestructuró, ni siquiera pudo disputar el playoff de ascenso. A los gallegos les costó mucho adaptarse a la categoría y se quedaron lejos de estar con los mejores.
Al año siguiente, en la campaña 2021/2022, todo parecía dispuesto para que el Dépor lograr el ansiado regreso a Segunda División. Los blanquiazules no pudieron tomar la vía rápida del primer puesto, así que tuvieron que conformarse con disputar un playoff de ascenso que se jugó en Riazor.
Allí, con todo a favor y en la final que decidía el equipo que subiría a Segunda División, el Albacete se cruzó en su camino y dejó completamente helado a todo el público blanquiazul.
El pasado curso el Dépor volvió a clasificarse para el playoff. Tan sólo pudo ser cuarto en la competición regular, y en las semifinales quedó emparejado con el Castellón. Aquí ni siquiera pudo pasar a la final y emplazó el anhelado ascenso a una nueva temporada.
El Deportivo sabía que debía evitar sorpresas y lograr el ascenso por la vía rápida. Por eso, se volvió a proponer el objetivo de ser primero y aunque ha tenido malos momentos durante el año, al fin encontró su regularidad. Ahora, a falta de dos jornadas para el final y después de vencer a su máximo perseguidor en casa, el filial del Barça, consuma el ansiado regreso a Segunda División.