Con motivo de celebración por la victoria en La Liga del Real Madrid, el conjunto blanco volverá a Cibeles. Arropados por su afición, el domingo 12 de mayo a las 13:00 horas compartirán con su diosa un nuevo título.
A falta de cuatro jornadas los merengues ya son campeones matemáticamente. En un principio, el trofeo que les acredita como vencedores de La Liga iba a ser entregado tras el encuentro con el Granada, pero por respeto el Real Madrid pidió cambiar la fecha.
Por ello, el presidente de la RFEF, Pedro Rocha, será el encargado de entregar el título a los jugadores y al cuerpo técnico este domingo 12 de mayo en Valdebebas a las 9:30 de la mañana. El evento se llevará a cabo en privado y estará dirigido exclusivamente al personal del club y los jugadores. Más tarde iniciarán su ruta a Cibeles, pasando por instituciones oficiales.
Además, si el Real Madrid consigue ganar la final de la Champions en Wembley el próximo 1 de junio contra el Dortmund, Cibeles recibirá por segunda vez en una misma temporada a la afición madridista con motivo de la Decimoquinta.
La historia de la celebración en Cibeles
El Real Madrid ha celebrado durante décadas sus grandes triunfos en la fuente de Cibeles. Este lugar madridista, construido en 1782, es uno de los símbolos emblemáticos de la capital española. Sin embargo, los de blanco no fueron los primeros en celebrar sus victorias aquí, sino que fueron los seguidores del Atlético de Madrid los pioneros en acudir a su llamado.
La obtención de la Recopa de Europa de la temporada de 1961/62 por parte del Atlético marcó el inicio de una tradición, con un grupo de aficionados acudiendo por primera vez a la fuente. Más tarde, los seguidores del Real Madrid quisieron copiar esta costumbre y durante las décadas de los 70 y 80, Cibeles fue testigo de las celebraciones de títulos de ambos clubes.
Es a mediados de los 80, cuando pasó definitivamente a ser únicamente hogar de madridistas. En la época de la Quinta del Buitre, cinco años consecutivos el Real Madrid ganó La Liga. Así fue como Cibeles se convirtió en el punto de encuentro indiscutible para los merengues y su afición.
El Atlético de Madrid pasaría a celebrar sus triunfos en otro lugar: la fuente de Neptuno. Fue a partir de 1991 con el título de la Copa del Rey, cuando decidieron trasladar sus celebraciones a Neptuno. Una tradición que perdura hasta nuestros días.