Borja Fernández (Ourense, 1981) es una de esas personas que no se calla nada. Por su forma de ser y por su experiencia, el exfutbolista habla claro, no rehúye ni una sola pregunta y además ha salido más que curtido de todo lo que le ha pasado con el 'caso Oikos'.
Durante mucho tiempo fue acusado de haber formado parte de una trama que se dedicaba al amaño de partidos de Primera División, una supuesta red liderada por Raúl Bravo y Carlos Aranda, pero la Justicia ha hablado claro. El pasado 27 de marzo el Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca archivó este 'caso Oikos' y Borja Fernández quedó libre de cualquier acusación definitivamente.
Con la conciencia muy tranquila desde hace tiempo, el excentrocampista se sigue ganando la vida a través del fútbol de manera honrada. Desde muy joven tuvo claro que una vez que colgara las botas se dedicaría a ser entrenador, y ahora acaba de cumplir esta condición porque la Unión Deportiva Ourense, el club de su ciudad, ha llamado a sus puertas.
Borja Fernández atiende a EL ESPAÑOL pocos días después de confirmar su fichaje por este club de Tercera RFEF que está en la lista de aspirantes para subir de categoría al final de la presente temporada. Todo se ha alineado, y Borja está de vuelta en casa con una oportunidad pintiparada para seguir creciendo como técnico.
Su nombre está limpio
El 'caso Oikos' ha hecho mucho daño a la imagen de Borja Fernández durante los últimos años. Él siempre defendió su inocencia de manera vehemente, y la Justicia ha terminado por darle la razón. Siempre ha mirado hacia adelante y este fichaje por la UD Ourense supone un pasó más que le sirve para ver que todo marcha por el buen camino.
"No es una manera de resarcirme como tal, lo único es que me hace ver que he hecho las cosas bien. El 'caso Oikos' va por un lado, yo fui muy perjudicado por todo aquello sin haber hecho nada y por eso no he obtenido lo que llevaba mucho tiempo labrándome y trabajando, pero este futuro me lo venía preparando desde antes", comenta desde Ourense para EL ESPAÑOL.
Además, se reconforta al ver que, aunque ha tenido que sufrir y se ha llevado algunos golpes, en el fútbol se le sigue teniendo en cuenta: "Este fichaje me da a entender que he hecho las cosas bien y que no se me cierran las puertas en el mundo del fútbol. La gente confía en mi inocencia y en mi profesionalidad".
Lo que más lamenta el exjugador del Real Madrid, entre otros muchos equipos, es haber recibido un trato a su juicio injusto por parte del Real Valladolid, el club en el que militó durante más de seis temporadas y el que más le marcó en su carrera deportiva: "Me han cerrado las puertas mi club, el Real Valladolid, porque no respondieron como tenían que haber respondido, pero esto es una opinión mía".
Pese a que ha sido señalado durante mucho tiempo, él siempre estuvo tranquilo con respecto al 'caso Oikos': "Siempre he estado muy tranquilo. Una vez que hicieron un sobreseimiento de mi causa, respiré bastante, y eso fue hace más de tres años. Ahora sí que ha acabado todo, ha sido un paso más. Se cierra este capítulo, aunque no definitivamente porque va a estar siempre en mi vida", comenta sin tapujos.
Un fichaje relámpago
Ahora Borja Fernández se pone al frente de un equipo de Tercera RFEF de manera repentina. El anterior entrenador, Jorge de Dios, dimitió en plena temporada y la UD Ourense tuvo que buscar un sustituto rápidamente: "Me llamaron el jueves para decir que el entrenador había dimitido y si estaba interesado en venir. La primera impresión fue que sí, que lo veía con buenos ojos", comenta Borja. El pasado martes todo se oficializó.
El exfutbolista tenía motivos más allá del puramente deportivo para aceptar la oferta del club popular: "Soy de aquí. Hace muchos años que me fui, pero sigo muy vinculado y soy de Ourense al 100%", dice para EL ESPAÑOL totalmente identificado con su ciudad natal.
Además, Fernández recuerda que veía jugar hace años al desaparecido CD Ourense, donde jugó con 7 años, un equipo al que iba a ver con su padre, porque su familia paterna era del barrio donde se encuentra el estadio.
"Cuadraban muchas cosas para fichar por la UD Ourense. Por el equipo, por las cualidades de los jugadores y por cómo estaba conformado el grupo. Son jugadores que se acercaban o cuadraban mucho con lo que yo pienso y con cómo veo el fútbol. Además, tenía muchas ganas de entrenar, que creo que es lo que más ha pesado", relata.
Entrenador por convicción
Borja Fernández supo hace mucho tiempo que quería ser entrenador. No fue una motivación que le llegara cuando colgó las botas, sino que desde muy pronto, durante su época en activo, tuvo otra manera de ver el fútbol mucho más cercana a la de los técnicos.
"Siempre tuve claro que me gustaría entrenar cuando acabara mi carrera. Hubo un tiempo que estuve a punto de ir por otro lado, pero lo que más me gustaba era entrenar. Con 20 o 21 años, cuando estaba en el filial del Real Madrid, me fijaba en cosas que otros no se fijaban y en las razones que nos daban los entrenadores", asevera.
Ahora implantará su sello a la UD Ourense en Tercera RFEF, a quien coge en puestos de playoff de ascenso a Segunda RFEF: "Me gusta un equipo activo, que presione, que proponga y que no espere a ver qué pasa. Luego hay unas variantes y hay que adecuarse a lo que tienes en el equipo".
Lleva apenas un par de entrenamientos con sus nuevos futbolistas, pero está muy contento con lo que ha visto: "Me he encontrado con muy buen nivel, con jugadores que entienden el fútbol. A veces pensamos que las categorías están para algo tanto para los futbolistas como para los entrenadores, pero en esta división hay gente que sabe muy bien qué hacer con el balón".
Borja Fernández tratará ahora de volver a impulsar a una Unión Deportiva Ourense que se había metido en un bache de resultados y confianza en las últimas semanas. La pelea por entrar en el playoff de ascenso está que arde, pero desde luego que sería una forma maravillosa de estrenarse para alguien que regresa a casa.