Gesto de máxima deportividad el que se vivió en un torneo de fútbol base este pasado viernes. Sucedió en la Crevillent Cup, una competición que juntó durante dos días a varias de las mejores canteras nacionales e internacionales en la localidad de Crevillent, en Alicante.
La imagen más llamativa de esta torneo se dio en el partido que enfrentaba al Atlético de Madrid y al Manchester City. Con el conjunto colchonero ganando por 0-2, en un parón el entrenador del Atleti le pidió a sus jóvenes futbolistas que se dejaran marcar un gol ya que previamente habían sacado ventaja de que un futbolista rival se encontraba en el terreno de juego para anotar un tanto.
"En la última jugada que hemos marcado gol, no sé si os habéis dado cuenta, pero había un jugador del City que estaba tirado en el suelo. El árbitro no lo ha parado porque a lo mejor no lo ha visto, pero creo que es una situación en la que no deberíamos haber marcado gol y deberíamos haber echado el balón fuera", comenzó diciendo el entrenador del Atlético.
Inmediatamente, tras poner en contexto a los suyos, dictó las pautas a seguir: "Cuando saquen de centro, dejamos que metan un gol", aseveró el técnico. Se dispuso además a seguir con otras explicaciones tácticas, pero entonces uno de los pequeños le interrumpió para confirmar si efectivamente deberían dejarse marcar un gol: "Que nos metan un gol, sí. Hemos metido un gol con un jugador en el suelo, por lo tanto vamos a dejar que nos metan un gol porque no ha sido justo y había que haberla echado fuera", completó.
Nada más comenzar la segunda mitad, tras esta charla del descanso, el Manchester City, el equipo encargado de sacar de centro, marcó el 1-2 en la primera jugada sin oposición rival.
Este precioso acto de deportividad fue además reconocido por el cuerpo técnico del Manchester City, ya que su entrenador acudió al banquillo del Atlético de Madrid para darle las gracias a sus homólogos por la acción.