El PSG juega este martes en San Sebastián (21:00 horas). El cuadro parisino visita a la Real Sociedad en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League. El 2-0 de la ida puso con pie y medio en cuartos a los de Luis Enrique y es el 'caso Mbappé' lo que más ruido sigue generando en París.
El delantero francés, que ya comunicó su decisión irrevocable de salir del PSG al acabar la temporada, se enfrenta a una situación casi desconocida para él. Luis Enrique ha dejado de ver a Mbappé con el estatus de intocable. En sus últimas apariciones en liga, al jugador se le ha visto casi tanto por el banquillo y hasta la grada como en el campo, lo que provocado una incomodidad en Kylian.
La decisión de Luis Enrique respecto a Mbappé amenaza lo que pretendía ser una despedida pacífica del jugador y el PSG. En Francia insisten en que la mano de Qatar no estaría influyendo en la postura del técnico asturiano, que el sábado tuvo una charla amistosa con el jugador para hacerle ver por qué está jugando menos.
[La curiosa escena de Luis Enrique para hablar de Mbappé: "Déjale hacerme otra pregunta más"]
Luis Enrique sostuvo ante Mbappé lo mismo que ha dicho en público: quiere que el equipo se acostumbre a jugar sin Kylian, pensando ya en la próxima temporada. La ventaja con la que lidera la Ligue-1 (nueve puntos sobre el Stade Brestois, segundo clasificado) permite al PSG privarse en ciertos partidos de su estrella.
La premisa del exseleccionador español es que en la Champions League, en los momentos determinantes, Mbappé mantendrá su estatus de referencia en el equipo. Es decir, habría que esperar que este martes juegue los 90 minutos contra la Real. El riesgo es que lo que tiene Luis Enrique en sus manos es una patata caliente y puede explotarle en cualquier instante.
A Mbappé no le gusta el trato que está recibiendo, y así lo dejó ver este fin de semana cuando fue sustituido en el descuento contra el Mónaco. Se cambió en el vestuario y, con el partido ya reanudado, apareció por los pasillos del estadio Luis II para dirigirse al palco. Allí se sentó junto a su madre, Fayza Lamari, a ver la segunda parte. Antes se paró a hacerse algunos selfies con quienes se lo pedían.
La imagen es surrealista y la consecuencia de lo que se venía fraguando. En los tres partidos anteriores de liga, Mbappé no jugó ningún minuto contra el Lille, salió del banquillo en el minuto 62 contra el Nantes -y marcó- y fue sustituido en el 64' contra el Rennes. En casi cuatro semanas, Mbappé sólo ha jugado un partido completo y fue la visita de la Real Sociedad al Parque de los Príncipes.
El PSG presiona a Mbappé
La gestión de Luis Enrique empieza a enturbiar la situación de Mbappé tras haber dicho 'no' a Nasser Al-Khelaïfi. El jugador sigue sin decir nada de su futuro y fue el PSG el que se encargó de comunicar su salida de manera oficiosa a varios medios de comunicación afines. Su adiós, al acabar su contrato en verano, es definitivo y el camino hasta entonces puede ser más o menos tortuoso para él.
El PSG no está dispuesto a asumir fácilmente la marcha de Mbappé. No porque vaya a intentar convencerle de seguir -a diferencia de lo ocurrido en 2022- sino por los intentos de no salir perjudicado económicamente. Al no haber traspaso, el club parisino quiere sacar provecho de la salida del astro de Bondy por otras vías.
El verano pasado Mbappé se comprometió con Nasser a perdonar 80 millones de euros por las primas de fidelidad que le correspondían. Sin embargo, el PSG quiere ahora más. L'Équipe apuntó que el club espera que el jugador le ceda parte de la prima de traspaso que recibiría el jugador del Real Madrid, una cifra que oscilaría entre 100 y 150 millones.
Esto no hace más que aumentar la tensión en este momento de las negociaciones jugador-club para diseñar el plan de despedida, que será pública probablemente cuando se termine la aventura del PSG en la Champions.
"K[ylian] M[bappé]: Estamos esperando que llegue el 30 de junio"
Si el PSG aprieta a Mbappé, parte de la afición parisina -la más radical- está dispuesta a hacer lo mismo ante cualquier gesto del jugador que pueda ser malinterpretable. Tras lo ocurrido en Mónaco, los ultras del club desplegaron una pancarta frente al Parque de los Príncipes con una frase contra el jugador.
"K[ylian] M[bappé]: Estamos esperando que llegue el 30 de junio", rezaba la pancarta haciendo referencia a la fecha en que expira el contrato del internacional francés. En el pasado, Mbappé ya ha sido abucheado en su estadio y el riesgo de que vuelva a ocurrir en sus últimos meses en París está ahí -especialmente si las cosas no acompañan en lo deportivo o la relación con Luis Enrique va a peor.
Mbappé pisa España bajo la amenaza de una crisis. Las sustituciones de Luis Enrique, los gestos del jugador y las presiones del club y los ultras enturbian el ambiente del PSG en su visita a San Sebastián. Todo lo que no sea meterse en cuartos de Champions, y sin sufrir, sería un desastre.