Malísimas noticias para el Atlético de Madrid. Álvaro Morata, atacante del conjunto colchonero, se retiró lesionado en la rodilla derecha, tras un choque con Boubakary Soumaré. La acción sucedió durante el tiempo añadido del primer tiempo del partido entre su equipo y el Sevilla en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
El atacante, que abandonó el campo por su propio pie, sin necesidad de camilla, primero fue atendido sobre el césped por Óscar Celada, médico del conjunto madrileño, pero después se dirigió al banquillo, donde el doctor le hizo varios movimientos en la articulación, entre evidentes gestos de dolor del goleador internacional español. Allí, el futbolista no pudo reprimir las lágrimas y se llevó la camiseta a la cara.
Antes del final de la primera parte, Morata y Celada tomaron camino del vestuario, a la espera de la información del club sobre un primer diagnóstico de la dolencia. Previsiblemente, y por los gestos de dolor del delantero, podría sufrir una grave lesión en su rodilla derecha.
Poco minutos después, el Atlético confirmó que Álvaro Morata sufría una torsión en su rodilla derecha. Una dolencia que le apartará varias semanas de los terrenos de juego y que pone en duda su presencia en el último tramo de la temporada, donde su equipo se juega gran cantidad de cosas.
Además, este contratiempo ha sucedido en unas fechas claves para el Atlético de Madrid. El conjunto rojiblanco tiene pendiente su cruce frente al Inter de Milán de Champions League y se están jugando su presencia en la final de la Copa del Rey, donde estaba llamado a tener protagonismo en la vuelta de las semifinales frente al Athletic Club.
El delantero se había convertido en uno de los jugadores más en forma del Atlético de Madrid. Hasta el momento, ha completado una temporada casi perfecta y se había convertido en el máximo anotador del conjunto de Diego Pablo Simeone con 19 goles, uno más que Antoine Griezmann.
Uno de los problemas para Álvaro Morata, en caso de confirmarse esa grave lesión, es su prensencia en la próxima Eurocopa. El delantero se había convertido en un fijo para Luis de la Fuente y había respondido con un alto rendimiento sobre el terreno de juego. Por lo tanto, su baja sería un duro varapalo para las aspiraciones del combinado nacional en el próximo torneo, que se celebrará este verano en Alemania.
Es más, el seleccionador, presente en las gradas del Sánchez Pizjuán, también mostró gestos de preocupación ante el que es una de sus referencias en ataque.