El juicio a Dani Alves por la agresión sexual a una joven el pasado 30 de diciembre de 2021 está visto para sentencia. Tras tres días de espera, el futbolista, que se enfrenta una pena de hasta 12 años de cárcel, declaró por primera vez ante el tribunal y mantuvo una línea muy marcada en su discurso.
El futbolista, al igual que las declaraciones de su mujer y sus amigos, basó parte de su discurso en la enorme ingesta de alcohol realizada aquel día. Una defensa marcada por la baza de la intoxicación etílica, algo que han dejado entrever durante todos los días que se ha celebrado el juicio en la Audiencia Provincial de Barcelona.
La defensa de Dani Alves, además, también hizo hincapié ante el tribunal que la relación con la joven fue consentida y que el jugador en ningún momento forzó a la chica a entrar a los baños del reservado de la discoteca Sutton. "No tuve que insistir", señaló Dani Alves antes de echarse a llorar a tras reconocer que "se le venía todo el mundo encima" al conocer que estaba acusado.
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Inés Guardiola, la encargada de dirigir la defensa del futbolista, expuso varios argumentos que chocaron con la acusación particular para intentar demostrar que el jugador y la denunciante mantuvieron relaciones consentidas. La letrada basó parte de su discurso en las huellas encontradas en el baño y en la ausencia de lesiones en los genitales de la mujer.
Una intención que chocó radicalmente con lo expuesto por la fiscal en su informe. En él, Elisabeth Jiménez dejó claro que el relato de la denunciante es "absolutamente creíble" y donde se pone de manifiesto que Dani Alves se considera "totalmente impune" tras toda la "batería de versiones" dadas.
La defensa de Dani Alves ha mantenido durante su intervención final en el juicio por agresión sexual su petición de absolución. No obstante, ha planteado como alternativa una condena de un año de cárcel -el período que lleva en prisión preventiva- para el jugador y 50.000 euros de indemnización.
Consentimiento no probado
Uno de los principales temas del juicio se centraba en si la denunciante dio su consentimiento aquella noche. A pesar de que la defensa de Dani Alves se ha encargado de resaltar que sí que lo dio, varios expertos han asegurado que el relato de la víctima es "totalmente creíble".
La fiscal se encargó de reseñar durante sus explicaciones que la presencia de la joven en el reservado de la discoteca Sutton no implicaba que diese su consentimiento a mantener relaciones con el futbolista. Además, incidió en que no hace falta tener lesiones vaginales para demostrar que fue forzada a mantener relaciones con Alves, algo que contrastó radicalmente con la versión del futbolista y su defensa.
"Es tremendamente injusto acusarla de algo porque ella no buscaba eso. Por el hecho de que una mujer acepte una copa o ir a un reservado, no implica, evidentemente, que hubiera deseo sexual. Igual que aceptar una copa tampoco implica consentimiento", aseveró Elisabeth Jiménez. "Que no tenga lesiones vaginales, por nuestro conocimiento, no sería la primera víctima que no las presenta", continuó.
La ingesta de Alcohol
Desde que comenzase el juicio, la defensa de Dani Alves ha utilizado un argumento recurrente para tratar de disminuir la pena que recaiga sobre el futbolista. El propio jugador, sus amigos e, incluso, su mujer Joana Sanz hablaron de la cantidad que había tomado, lo que le habría causado una supuesta intoxicación etílica.
"Bebimos 5 botellas de vino y una botella de whisky. Son las que aparecen en el ticket del restaurante. Más o menos, yo bebí 1 botella y media de vino y varias copas de whisky. Cuando salimos del restaurante, fuimos al Nuba y tomamos una ronda de Gin tonic. Para llegar hasta allí, fuimos en coche. Conducía Bruno, porque yo había bebido bastante y no podía conducir", declaró Dani Alves ante el tribunal.
Una línea continuista ejecutada por la letrada de Dani Alves a lo largo de las tres sesiones del juicio para rebajar esos 12 años, como máximo, que podría pasar en la cárcel. Sin embargo, la fiscal también puso en duda este argumento a través de sus informes y se mostró muy contundente.
"No hay ni una prueba en la que se derive qué cantidad de alcohol había bebido. Hablan de que consumieron varias botellas, pero no se sabe quién fue quien se las bebió. Es completamente imposible saberlo porque no tenemos pruebas. En las cámaras se ve salir a Alves y a Bruno en un estado completamente normal. Se le ve, incluso, saludando a una persona, por lo que tenía conocimiento. Entendemos que no queda acreditada la cantidad de alcohol que consumió el señor Alves", señaló la fiscal en una de sus explicaciones", exclamó.
Además, este relato también fue respaldado por las psicólogas que analizaron a Dani Alves poco después de que ocurriesen los hechos. A pesar de que todo hacía indicar que el informe iba a ser favorable al futbolista, acabó convirtiéndose en su contra tras las respectivas explicaciones.
Las peritos reconocieron que el consumo de alcohol que se deduce de los tiques de consumición y de las imágenes de Sutton pudieron afectar "levemente" las capacidades cognitiva del procesado, pero que "distinguía el bien y el mal, sabía lo que estaba sucediendo".
Piden la absolución
Inés Guardiola ha comandado la defensa de Dani Alves con una única misión: lograr la libertad para el futbolista. En la última sesión del juicio, la letrada se ha dedicado a intentar desacreditar a la acusación particular a través de distintos informes. Además, ha hecho referencia a grabaciones de aquella noche en la que se observan como el futbolista y la joven entraban en los baños.
La abogada de Alves ha señalado que "no hubo una situación de terror ambiental" y que la víctima se mostraba complaciente. Según ella, la denunciante "no solo rehúsa ninguna actitud cariñosa con él, sino que la devuelve". Además, también ha hecho referencia a que la joven pudo haber denunciado tras "sentirse avergonzada por haberse desinhibido sexualmente".
"La sexualización del comportamiento entre denunciante y denunciado es clara. Ella frota sus nalgas contra las partes íntimas del señor Alves. La violencia descrita por la denunciante en la penetración es incompatible con la prueba pericial médica. No se ha objetivado ninguna lesión en sus genitales internos o externos. Corrobora que la relación sexual fue consentida.
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Por último, la letrada de Dani Alves aseguró que el futbolista "solo pudo inferir que había prestado su consentimiento" tras analizar las imágenes frente al tribunal presente en la Audiencia Provincial de Barcelona.