La Generalitat acredita irregularidades en la mitad de las subcontratas de las obras del Camp Nou

Nuevo capítulo sobre la polémica relacionada con los obreros que trabajan en las obras del Spotify Camp Nou. El Periódico desvela este miércoles que la inspección de Trabajo de la Generalitat ha finalizado gran parte de sus actuaciones, hallando irregularidades o fraudes en una veintena de las casi 45 empresas subcontratadas que operan en la construcción del nuevo estadio.

El citado diario ya publicó el otoño pasado, tras llevar a cabo una profunda investigación, las quejas de multitud de obreros sobre sus condiciones de trabajo y las irregularidades a las que eran sometidos. Denunciaron sentirse "esclavos", con jornadas de más de diez horas por 1.000 euros mensuales y casos drásticos como el de un peón que dormía en la calle.

Estos abusos son ahora acreditados por la Generalitat, que principalmente habría detectado que las subcontratas no pagan lo que corresponde a los trabajadores y a la Seguridad Social. Estas empresas fueron contratadas por Limak, la constructora turca que eligió el FC Barcelona para llevar a cabo las obras de Camp Nou.

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La Generalitat ya había realizado otras inspecciones anteriormente, pero centradas en aspectos de seguridad -que marcharía como debería-. Fueron las quejas de los obreros en el citado medio las que alertaron y motivaron las nuevas actuaciones sobre las condiciones de los trabajadores.

Trabajo ha detectado, principalmente, faltas referidas a salarios por debajo de convenio y horas no declaradas. Las compañías en las que se han detectado irregularidades o fraudes han empezado a ser notificadas para que corrijan las faltas halladas, paguen cotizaciones pendientes y abonen a los empleados la parte faltante de los salarios que les corresponden.

Estado actual del Camp Nou durante las obras FC Barcelona

En la investigación realizada por El Periódico, muchos peones afirmaron sentirse engañados por las empresas que les contrataron porque piensan que se aprovecharon de que no saben leer ni escribir. Algunos son analfabetos y cuentan con la dificultad del idioma, así que firmaron donde les dijeron y se ataron a contratos mal redactados en muchos casos.

Incluso hubo un obrero que relató que dormía todos los viernes en un parque enfrente del Camp Nou. Detalló que vivía lejos de Barcelona, y para poder entrar a las 8 de la mañana los sábados no tenía una combinación de transporte público posible. Tras recibir la reprimenda de su superior el primer día que llegó media hora tarde, decidió quedarse los viernes a dormir en la calle y no regresar a casa por miedo a perder su trabajo.

El Periódico también ha vuelto a hablar con los obreros, que ya denunciaron amenazas de sus superiores tras la investigación del medio. Ahora señalan que "los jefes están tensos y nerviosos" tras las inspecciones, que podrían traducirse en pagos de cientos de miles de euros para hacerse cargo de las irregularidades cometidas.