El Atlético de Madrid consiguió colarse en las semifinales de la Copa del Rey después de vencer por la mínima al Sevilla gracias a un solitario gol de Memphis Depay. Fue un encuentro que estuvo igualado hasta el último segundo, precisamente el momento en el que se produjo la gran polémica del partido.
Con el Sevilla volcando y atacando a la desesperada, los hispalenses robaron en campo contrario un balón peligroso. Así, Lamela condujo y se metió en el área, y dentro de esta zona de castigo cayó derribado al suelo ante la entrada de Barrios. El canterano del Atlético de Madrid se lanzó al suelo tratando de evitar el avance de su rival, y Gil Manzano señaló penalti en esta acción con el minuto 95 ya cumplido.
El Metropolitano enloqueció y los jugadores del Atlético de Madrid rápidamente fueron a pedirle al colegiado que revisara aquella acción. Después de unos momentos de tensión, efectivamente Gil Manzano fue llamado por el VAR y, a instancias de Hernández Hernández, acudió al monitor para revisar con más detalle la jugada que podía significar una prórroga.
Tras observar distintas tomas desde diferentes ángulos, parece que Barrios toca el balón en el momento de lanzarse al suelo y que, con la puntera, despeja. Es cierto que también toca a Lamela y que el argentino cae al suelo, pero con el balón de por medio parecía una jugada limpia y digna de dejar seguir.
Tras unos instantes de revisión, Gil Manzano abandonó la zona del VAR, se dirgió al terreno de juego despitó el penalti que instantes antes acababa de señalar. Aquella decisión resonó en el Metropolitano como si hubiera sido un gol del Atlético de Madrid.
El partido ya estaba para entonces muerto. Aquella fue la última acción de peligro del Sevilla y los hispalenses terminaron cediendo ante los colchoneros, que ya están en las semifinales de la Copa del Rey.