El pasado julio, el exárbitro Ignacio Fernández Hinojosa declaró como testigo ante la Guardia Civil por el llamado caso Negreira. Sin embargo, interrogado en las dependencias madrileñas de la Benemérita, el antiguo colegiado reveló detalles sobre otros aspectos del funcionamiento de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al inicio de la era Villar.
Fernández Hinojosa manifestó ante los agentes investigadores que Victoriano Sánchez Arminio —quien fuese el presidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) cuando José María Enríquez Negreira era el número dos— obligó a 13 colegiados a votar a Ángel María Villar para que en 2004 revalidara su cargo al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que presidió desde 1988 hasta 2018.
"En aquella época, al presidente de la RFEF le elegían 13 asamblearios, presionados permanentemente por Victoriano Sánchez Arminio, que llegó a pedir que los 13 árbitros acudieran al Hotel HUSA de Madrid 'con el voto en la mano' y, de allí, a la votación", indica un informe de la Guardia Civil al que ha tenido acceso este periódico, que recoge las declaraciones de Hinojosa.
Preguntado por las supuestas presiones para votar a favor de la candidatura, el testigo señala que los 13 asamblearios "fueron elegidos entre los más afines" y que éstos "recibieron presiones" para elegir a Villar.
Asimismo, Fernández Hinojosa manifestó ante la Guardia Civil que Sánchez Arminio le consideraba "muy protestón" y que, por ello, hizo todo lo posible para no ascenderle. Siempre según su versión, un delegado territorial del CTA se quejó al entonces presidente del CTA, quien habría contestado que, con él al frente del Comité, "ese árbitro [Hinojosa] no iba a ascender".
Actualmente, el exárbitro Ignacio Fernández Hinojosa está desempleado, tras 26 años como colegiado (ocho de ellos, en el fútbol profesional).
El sumario del caso Negreira también revela otra declaración sobre Villar, por boca de otro de los testigos llamados por la Guardia Civil en el marco de la investigación sobre los millonarios negocios entre Negreira y el FC Barcelona.
Otro de los testigos —el exárbitro Alfonso Pino Zamorano, actualmente militar en activo— también reveló otras supuestas presiones ejercidas por Arminio contra los críticos de Ángel María Villar.
Preguntado por "alguna represalia por no actuar en la línea marcada por el CTA", Zamorano desveló que "el árbitro top class" Arturo Daudén sí las sufrió. Concretamente, siempre según su declaración, "fue sacado de la internacionalidad por no firmar un manifiesto en apoyo a Villar".
"Pérez Lasa, que estaba propuesto para internacional con toda la documentación entregada, no ascendió y él mismo, que tampoco firmó ese manifiesto, descendió ese mismo año", recoge la Guardia Civil en base a las declaraciones de Zamorano. "Casualmente, los tres que no firmaron fueron perjudicados", se quejó el testigo ante la Guardia Civil.
Dichas declaraciones, además, coinciden con lo narrado por el exárbitro Eduardo Iturralde González. El vasco criticó a Villar por castigarle por "no hacer lo que debía" en un partido del Mundial sub20 en 2003.
De esta forma, el entonces presidente de la RFEF le dejó sin ser designado como uno de los colegiados internacionales en el Mundial de Alemania 2006 por su actuación como cuarto árbitro en uno de los partidos de aquella Copa del Mundo sub20.
El encargado de sustituirle fue Luis Medina Cantalejo, quien es, precisamente, el actual presidente del Comité Técnico de Árbitros.
'Caso Negreira'
Tal y como desvela el sumario del caso Negreira, el FC Barcelona pagó más de siete millones de euros al exvicepresidente del Comité Técnico Arbitral y a su hijo, Javier Enríquez Romero, a través de empresas vinculadas a ambos.
En una comparecencia pública, Joan Laporta, el actual presidente del club blaugrana, justificó ese descomunal desembolso. Reveló que Negreira efectuó análisis arbitrales, que volcaba en unos informes que enviaba al Barça y por los que este último pagaba miles de euros.
Ahora bien, interrogados el pasado junio como testigos ante la Guardia Civil, quienes fuesen los responsables del departamento de Compliance negaron saber nada acerca de estos servicios. De hecho, varios de ellos también coincidieron en declarar ante los agentes que, de haberlos conocido, habrían informado a la cúpula del club de un posible "conflicto de interés" en estas operaciones.
El ex número dos del CTA también era el responsable de los ascensos o exclusiones de los árbitros. De hecho, tal y como declaró como testigo el árbitro José Luis González González, estos pagos debían estar orientados a "conseguir algún tipo de beneficio deportivo" para el conjunto catalán.
Así lo cree también la Fiscalía, que presentó la querella que dio lugar al llamado caso Negreira, investigado por el juez Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona.
Servicios al Barça
El hijo de Negreira confesó que prestó servicios al club culé entre 2013 y 2018. Fue entre 2015 y 2018 cuando redactó estos informes arbitrales, después de cada partido. De acuerdo con un informe de la Guardia Civil incluido en el sumario del caso, su contacto en el club era Josep Contreras, un importante directivo del Barça fallecido el 25 de diciembre de 2022.
En su declaración, Enríquez Romero manifestó que el precio de esos informes —entre 6.000 y 7.000 euros cada uno— "lo puso Contreras" y que éste recibió los análisis futbolísticos a través de sus empresas y luego los hacía llegar al club.
La Guardia Civil también señaló, como dato "relevante", que la sección El juez de La Liga era publicada bajo la firma de su padre, José María Enríquez Negreira, pese a que eran "realizados, facturados y cobrados" por Soccercam SL, una de las empresas del hijo.
Negreira (padre) también recibió cantidades millonarias del FC Barcelona por supuestos servicios. Sólo entre 2014 y 2018, el ex número dos de los árbitros españoles cobró del Barça más de 2,9 millones de euros.
En su declaración ante la Administración Tributaria, José María Enríquez Negreira reconoció que fue contratado por el FC Barcelona para "asegurar que se tomaran decisiones arbitrales en contra del club y que todo fuera neutral".
El juez del caso investiga un supuesto delito continuado de corrupción en el deporte, en el marco del fraude deportivo. También, administración desleal y falsedad documental.
Otros dos ex altos cargos del FC Barcelona también fueron denunciados por la Fiscalía, que les atribuye los mismos delitos que a Negreira, su hijo, el Barça, Rosell y Bartomeu. Se trata de Óscar Grau, exdirector ejecutivo del Barça, y Albert Soler, antiguo director de deportes profesionales.
Tal y como recordó el Ministerio Público en su denuncia, los vicepresidentes del Comité Técnico de Árbitros, cargo que desempeñó Enríquez Negreira mientras cobró del club culé, forman parte de la Comisión de Disciplina y Méritos de la entidad.
Y, como detalló la fiscal del caso en la querella inicial, las cuentas de las dos empresas que el ex número dos de los árbitros administraba "se nutrían, prácticamente en su totalidad, de los ingresos procedentes del FC Barcelona".
Todo ello, sin estar previsto en los estatutos del club ni haber sido aprobado por su Asamblea General y "sin soporte legal alguno". Como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, en su interrogatorio como investigado, la defensa de Negreira aportó al Juzgado un informe que le diagnosticaba alzhéimer y se acogió a su derecho a no declarar.