La UEFA se ha encontrado de golpe y porrazo con un problema. En apenas un mes se disputará la última ventana para disputar los últimos encuentros de clasificación de cara a la Eurocopa. Sin embargo, en esta última semana se han aplazado tres encuentros que han dejado pueden suponer un viacrucis para el organismo presidido por Aleksander Ceferin.
Esta noche se juegan los últimos encuentros de la ventana de octubre y la gran mayoría de selecciones ya han dejado a los jugadores con sus respectivos clubes. Un parón internacional que nos ha dejado la suspensión de tres partidos, todos ellos por causas extradeportivas: Israel-Suiza, Kosovo-Israel y Bélgica-Suecia.
El primero de ellos ya tiene fecha, el 15 de noviembre, en una ventana que será triple para el combinado israelí ya que tendrán que disputar también sus duelos ante Rumanía y Andorra. Del que no se conoce fecha es del choque ante Kosovo, pero lo que está claro es que se deberá jugar ya que Israel está en la lucha por conseguir la clasificación a la Euro.
[El gobierno israelí no autoriza a su selección a viajar para disputar su partido ante Kosovo]
Donde hay más problemas es en el Bélgica-Suecia que se aplazó anoche motivo de un ataque terrorista a dos aficionados suecos en la previa del encuentro. El choque se suspendió en el descanso, momento en el que los jugadores de Suecia se enteraron de lo ocurrido y se negaron a salir al terreno de juego en la segunda parte.
La normativa dice que los partidos no concluidos se deben terminar lo antes posible y en el mismo escenario, algo que ya no es posible pues la expedición de Suecia regresó a Estocolmo y sus jugadores fueron devueltos a sus clubes.
La UEFA quiere que se concluya el partido, entre otras cosas porque los puntos que hay en juego en ese partido pueden determinar aspectos fundamentales como si Bélgica es cabeza de serie o no o si Suecia consigue un billete para jugar la repesca.
El caso de Irlanda
Este ajetreo en el calendario ha llevado a encontrarnos ante una situación surrealista. Y es que Irlanda puede ver con buenos ojos perder su próximo compromiso frente a los Países Bajos.
La única posibilidad para Irlanda de poder estar en la Eurocopa es perder contra el combinado neerlandés. Necesitan que Países Bajos se clasifiquen de forma directa a la Euro y les liberen una plaza de repesca. Sin duda, será un partido que se mire con atención por el riesgo que supone la situación de ambos conjuntos y lo que necesita cada uno.