El fútbol es un juego cambiante y sus protagonistas siempre tienen que estar en constante evolución. No estancarse es algo fundamental en la búsqueda incesante del éxito, sorprender a los rivales es algo capital para ganar partidos, y precisamente en ese estado se encuentra actualmente la Selección.
Después del fracaso que supuso con Luis Enrique al frente caer en los octavos de final del Mundial de Qatar, España decidió tomar un nuevo rumbo con el cambio de seleccionador. Desde su llegada al banquillo, Luis de la Fuente se ha encargado de ir imponiendo su propio estilo, algo que nunca es sencillo en una selección dado el poco tiempo que tienen los entrenadores para trabajar, pero lo cierto es que las modificaciones comienzan a coger peso y a notarse en el juego.
De hecho, hay una declaración clara de intenciones por parte de Luis de la Fuente por romper en cierta medida con lo que venía haciendo España en los últimos años. La presencia de jugadores con un perfil determinado, muy distinto a lo que buscaba su predecesor en el cargo, son una clara muestra de que las cosas están virando a un nuevo rumbo en el equipo de todos.
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Precisamente hay tres figuras que evidencian ese cambio de ciclo. Se trata de futbolistas jóvenes, con mucho tiempo por delante para demostrar su valía y con unas ganas de comerse el mundo como pocos tienen. Son Nico Williams, Lamine Yamal y Bryan Zaragoza.
Estos tres tienen esas mencionadas características en común, pero futbolísticamente guardan otra similitud que hablan muy claro de la España que viene. La capacidad que tienen para el regate y el desborde es asombrosa, son jugadores que atacan al rival y que buscan el uno contra uno, nada que ver con el juego lento y en ocasiones pesado de toque del que venía la Selección. Son las referencias del cambio de ciclo.
Los mejores regateadores
El desborde es una cualidad que en los últimos años se ha ido perdiendo en el fútbol paulatinamente. Ya no es sencillo ver a jugadores que encaren constantemente a su par, que traten de marcharse en acción individual y que corran por la banda haciendo filigranas.
Las corrientes más modernas de juego han evolucionado hacia el fútbol de toque, ese que busca hacer daño al rival de otra manera muy diferente. Este estilo, llevado a su extremo, puede resultar tedioso e incluso ineficiente en ataque como se ha visto en muchas ocasiones. Algunos equipos caen en el aburrimiento, en un manejo del balón excesivo y en una falta de colmillo que termina por desesperar a los aficionados.
Sin embargo, ahora mismo España cuenta con esos futbolistas distintos que nada tienen que ver con esa manera de jugar al fútbol. Nico Williams, Lamine Yamal y el recién llamado Bryan Zaragoza ponen la nota discordante con la corriente actual del deporte rey.
Su juego es como una regresión en el tiempo, como volver atrás y disfrutar de aquellos jugadores que no tenían miedo al fallo, a perder el balón o a recibir una patada de un contrincante. Es su forma de jugar, atrevida, quién sabe si determinada por la edad, porque el más 'veterano' de este trío tiene tan sólo 22 años.
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Las estadísticas son claras. Un estudio reciente de la agencia EFE revela que estos tres futbolistas se encuentran entre los tres mejores regateadores de toda Europa. Casi nada. Sus porcentajes de acierto a la hora de tratar de esquivar a un rival les llevan a ser de los más destacados de todo el continente, y eso que hay futbolistas de muchísimo nivel, lo que habla claro del tesoro que tiene España con ellos.
Para muestra, Nico Williams es el hombre que más desbordes ha aportado en un único partido esta temporada en La Liga, Bryan Zaragoza es el futbolista que más regates ha realizado en menos tiempo disputado y Lamine Yamal promedia hasta un 75% de éxito en sus regates en la zona de peligro.
Plan A y plan B
Las cualidades que aportan estos tres futbolistas no sólo evidencian un cambio de ciclo en la manera de jugar de España, sino que sobre todo hacen que el juego sea mucho más rico y goce de más alternativas. Precisamente eso, ser un equipo demasiado plano, fue lo que se le achacó a la Selección en determinados momentos del pasado Mundial.
Luis Enrique llamó a futbolistas de un perfil muy parecido que no podían aportar soluciones diferentes en instantes críticos. Cada partido es un mundo, y por eso los equipos deben tener recursos para cubrir el máximo abanico de circunstancias posibles, algo que le falló a aquella España pero que no le va a faltar ahora con la presencia de Williams, Zaragoza y Yamal.
Ellos tres serán una herramienta muy útil tanto para salir de inicio como para hacerlo desde el banquillo. Muchos rivales se encierran atrás cuando juegan ante España, y en esos momentos es muy importante tener desequilibro y calidad individual para buscar acciones que ayuden a romper la muralla del contrincante, y de eso saben mucho tanto Nico, como Bryan y Lamine.
Uno ausente y otro tocado
La peor noticia para España es que en el partido de este jueves ante Escocia (20:45 horas, estadio La Cartuja) este tridente no va a poder participar al completo. Lamine Yamal causó baja por lesión, y por si fuera poco Nico Williams arrastra unos problemas físicos que le convierten en duda.
El delantero del Athletic Club tuvo que retirarse en la última sesión previa de entrenamiento antes de tiempo y encendió todas las alarmas. Nico le comentó a Luis de la Fuente que tenía unas molestias en la espalda y el seleccionador le mandó a los vestuarios antes de tiempo tras darle un abrazo y mostrarle su apoyo.
Yamal, por su parte, fue llamado por Luis de la Fuente para jugar estos dos encuentros ante Escocia y Noruega, absolutamente fundamentales para la clasificación de España para la próxima Eurocopa de 2024. Sin embargo, se lesionó con el Barça en el partido ante el Granada y tuvo que emprender el camino de vuelta a casa.
Así, el único que está al 100% es Bryan Zaragoza. Y no sólo físicamente, sino también en el plano mental. El jugador del Granada puede debutar con la camiseta de la Selección y está como loco por poder jugar sus primeros minutos con España. Sueña con ganarse un hueco en el equipo y en la próxima Euro, así que pondrá todo de su parte para convencer a Luis de la Fuente.