El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, el encargado de investigar el caso Rubiales, ha citado como investigado al exseleccionador femenino de fútbol Jorge Vilda y a los directores de la Selección masculina, Albert Luque, y de Marketing de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera.
Ambos declararán el próximo 10 de octubre. Estaba previsto que Luque y Rivera declarasen este jueves como testigos, pero De Jorge ha optado por citarlos como imputados y posponer sus interrogatorios.
No obstante, se mantienen dos de las citaciones previstas para este jueves. Acudirán a la Audiencia Nacional, como testigos, la jefa de prensa de la Selección femenina, Patricia Pérez, y del exdirector de Integridad de la RFEF, Miguel García Caba, quienes declararán a partir de las 10 de la mañana.
El magistrado Francisco de Jorge ha tomado esta decisión en el marco de la investigación contra Luis Rubiales, ya expresidente de la RFEF, por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso tras la final del Mundial femenino, disputada el pasado 20 de agosto en Sídney (Australia).
Este martes, declaró como testigo el hermano de la deportista, Rafael Hermoso, quien manifestó que el beso "no fue consentido" y apuntó a Vilda como uno de los dirigentes próximos a Rubiales que habrían coaccionado a Jenni y a su entorno para tratar de que restase importancia a lo sucedido.
No obstante, tal y como ha publicado en exclusiva EL ESPAÑOL, este jueves también acudieron a la Audiencia Nacional dos expertos en lectura de labios, quienes ratificaron que Rubiales preguntó: "¿Un besito?" a la futbolista antes de besarla en la boca.
Los dos peritos —personas sordas especialistas en análisis labial— han analizado varios vídeos de la entrega de medallas. Fue en ese momento en el que Luis Rubiales, entonces presidente de la Federación de Fútbol, besó en la boca a la centrocampista, tras el partido España-Inglaterra.
Durante la Asamblea extraordinaria de la RFEF celebrada el pasado 25 de agosto para abordar estos hechos, Rubiales subrayó que se trató de un beso consentido y aceptado verbalmente por la jugadora.