Se cumplió el guion esperado en la segunda semifinal del Mundial femenino: Inglaterra estará el domingo en la pelea por el título contra España tras vencer a Australia, coanfitriona del torneo, en Sídney. Si la Selección de Jorge Vilda quiere volver a casa con la estrella en el pecho, deberá cobrarse la venganza contra el que fuera su verdugo en la Eurocopa un año atrás. [Narración y estadísticas: Australia 1-3 Inglaterra]
Inglaterra se mostró superior a Australia de principio a fin. Las Three Lions mandaron con la pelota, tuvieron las mejores ocasiones y dieron muy pocas opciones a las locales, con más garra que fútbol. Un golazo con el empeine de Ella Toone, futbolista del Manchester United, adelantó a las británicas antes del descanso, Lauren Hemp apareció para hacer el 1-2 en el momento de mayor tensión y Alessia Russo sentenció.
Son muchos los nombres a destacar de las inglesas que deberá vigilar España en la final. Como su '4' Keira Walsh, su defensa Alex Greenwood o la futbolista del Barça Lucy Bronze. También Georgia Stanway, la jugadora que, con polémica, marcó el gol en la prórroga que eliminó a la Selección en la última Euro. Y sin olvidarse de Lauren James, sancionada para los cuartos y las semis, que volverá para la disputa del oro.
[La importancia del balón para España: posesión, remate y eficacia, claves en la pizarra de Vilda]
Australia, que venía de eliminar a Francia en penaltis, sabía que partía en desventaja frente a la actual campeona europea. Las Matildas lo fiaron casi todo a Sam Kerr, su capitana y estrella omnipresente que por fin pudo ser titular en este Mundial tras sufrir una lesión al comienzo del torneo. La jugadora del Chelsea anotó un golazo desde fuera del área para hacer el 1-1, pero no pudo dar el triunfo a su país.
La selección de Sarina Wiegman, que solo ha perdido un partido dirigiendo a Inglaterra, precisamente ante Australia, mostró sus virtudes: un equipo vertical, que mueve la pelota rápido y no se lo piensa a la hora de buscar portería. Sus dudas surgieron solo cuando se confió, con pérdidas evitables que las pusieron en peligro en varias fases del partido. El rival de España para la final es, cuanto menos, temible.
Inglaterra puso pronto las bases del partido y se hizo con la pelota. Tardó en llegar el primer gol, hasta el minuto 36, pero no fue porque no tuvieran antes ocasiones. Empezaron a impacientarse las británicas y en esas llegó una acción de peligro de Kerr que metió el susto en el cuerpo a las de Wiegman.
Pero apareció Ella Toone para salvar a su selección y abrir el marcador. La '10' de las inglesas armó el disparo según le vino un balón dentro el área y, con el empeine, lo puso casi en la escuadra. El 0-1 daba oxígeno a Inglaterra, que estaba jugando mejor y ya tenía la ventaja de su parte.
Kerr y una locura efímera
El partido siguió el mismo argumento, con Australia tratando de ser más vertical para tener alguna oportunidad de empatar. No podía llegar el gol de otra forma que no fuera con una genialidad de Kerr. La capitana cerró una contra con un disparo letal desde lejos que sorprendió a las inglesas y desató la locura en las gradas.
Parecía que Inglaterra amenazaba con derrumbarse. El gol dio totalmente la vuelta al sentido del encuentro, siendo estos minutos el equipo aussie el más volcado hacia la portería contraria. Estaban aturdidas las inglesas, que se veían incapaces de frenar un huracán con nombre y apellido: Sam Kerr.
Pero una jugada que parecía que iba a acabar en nada, solo ocho minutos después del empate, puso el 1-2. Fue mediante un balón largo a Hemp, a la que no pudo repeler Carpenter y se quedó cara a cara con Arnold, la portera australiana. La falta de contundencia atrás de Australia le costó caro y las favoritas, de nuevo, se volvían a poner con ventaja.
Con menos de 20 minutos por jugarse, la misión se complicaba para la coanfitriona. Su seleccionadora, la sueca Gustavsson, movió el banquillo (entraron Vine, Van Egmond y Chidiac), pero sería en vano. Ya cerca del descuento, en el 86', llegó la sentencia con un tanto de Russo a pase de Hemp.
La primera final de Inglaterra
Inglaterra jugará su primera final de un Mundial desde que este es organizado por la FIFA. Tras perder en semis de las dos últimas ediciones del torneo (Canadá 2015 y Francia 2019), las Three Lions por fin alcanzan el partido por el título y tendrán a España delante. Los precedentes están del lado de las inglesas (cuatro victorias en los últimos diez años por dos de las españolas), pero la Selección le ha cogido el gusto durante estas semanas a romper todas las barreras que se le ponen de por medio.
La final (domingo, a las 12:00 horas) coronará una nueva campeona del mundo. Inglaterra, la favorita y vigente campeona de Europa, contra España, la revelación que quiere cambiar la historia del fútbol femenino. El espectáculo está asegurado.