La fiesta del FC Barcelona tras ganar la Champions League femenina se vio empañada por un grave incidente. Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre acusado de agredir sexualmente a una joven, mayor de edad, aprovechando la multitud durante la celebración de este domingo en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.
Según ha informado fuentes cercanas al caso, los hechos ocurrieron este domingo por la tarde, cuando el entorno de la chica alertó a los Mossos, que habían establecido un dispositivo de seguridad en la zona, de lo ocurrido, y un agente de la unidad ARRO detuvo al sospechoso.
El equipo femenino del FC Barcelona ofreció ayer la segunda Champions de su historia a sus aficionados en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, donde las jugadoras, el equipo técnico y la directiva del club azulgrana fueron recibidos en el Palau de la Generalitat por el presidente catalán, Pere Aragonès, y posteriormente en el Ayuntamiento de Barcelona, por la alcaldesa en funciones, Ada Colau.
Más allá de esto, el Barça femenino se pudo dar el baño de masas del que no pudo gozar la primera vez que levantó la Champions femenina. En 2021, su victoria en la final contra el Chelsea (4-0) fue con las gradas vacías del estadio Gamla Ullevi de Gotemburgo (Suecia), debido al coronavirus.
En esta ocasión, las jugadoras azulgranas sí pudieron compartir su alegría con los más de 8.000 hinchas del Barça presentes en el Philips Stadion tras derrotar este sábado en una nueva final de la Champions femenina al Wolfsburgo (3-2) con una remontada épica.
[El Barça consigue una remontada épica y se hace con su segunda Champions League femenina]
Nada tuvo que ver la tensión de este sábado con el plácido triunfo de hace dos años. La parroquia barcelonista, más ruidosa desde los prolegómenos del encuentro, enmudeció cuando Pajor y Popp marcaron para el Wolfsburgo antes del descanso.
Sin embargo, el equipo de Jonatan Giráldez no bajó los brazos. Patri Guijarro, con un doblete en apenas dos minutos, devolvió la igualdad al marcador y Rolfo rubricó el triunfo a veinte minutos del final. El banquillo vivió de pie el tiempo añadido, que rozó los nueve minutos, y saltó como un resorte con el pitido final.
Fiesta con los aficionados
Las jugadoras corrieron a abrazarse dentro del campo y saltaron al ritmo del Freed from desire de Gala Rizzatto que atronaba por la megafonía. La bigoleadora Patri Guijarro era la más felicitada. Se vivieron entonces algunos de los momentos más emotivos de la celebración. La central Irene Paredes se acercó a la grada para abrazar a su mujer y a su hija. Y el técnico Jonatan Giráldez no podía contener las lágrimas al saludar a sus familiares, con su pareja y su hijo Cíes, de apenas ocho días, allí presentes.
También hubo espacio para las reivindicaciones sociales. La centrocampista Aitana Bonmatí, embajadora de ACNUR, se enfundó una camiseta blanca con el lema 'Bienvenidos refugiados. Cambia tu mentalidad, cambia sus vidas' estampado con letras negras en la parte frontal.
La deportividad marcó la posterior entrega de trofeos. Las jugadoras del Barcelona hicieron el pasillo de honor al equipo arbitral y al Wolfsburgo antes de recibir las medallas como campeonas de Europa. La última de fila era la capitana, Alexia Putellas, la encargada de alzar la copa al cielo de Eindhoven.
Sonaba el We are de Champions de Queen, estallaba el confeti dorado y la pirotécnica. Llegó entonces el momento de agradecer el apoyo de la afición, con cánticos y bailes al compás. La apoteosis de un equipo que terminó el festejo haciendo el tradicional corro alrededor del círculo central y manteando a Giraldez.