El drama fue el protagonismo absoluto del partido entre el Brescia y el Cosenza. Los dos equipos se jugaban la permanencia en la Serie B y todo se decidió en un encuentro a vida o muerte que terminó favoreciendo a los segundos en los instantes finales de la eliminatoria.
Un gol de Andrea Meroni en el minuto 95 desató el caos total y hacía que el Cosenza mantuviese la categoría gracias a la victoria en el partido de ida. Esto provocó que todo un histórico como el Brescia acabase descendiendo a la Serie C. Sin embargo, la cara más oscura del fútbol salió a relucir tras el tanto recibido en los instantes finales.
Los ultras del Brescia decidieron saltar al terreno de juego para manifestar su furia y lo hicieron con bengalas y botes de humo. La tensión fue en aumento y provocó que los jugadores de ambos equipos tuvieran que poner rumbo rápidamente a los vestuarios para evitar males mayores. De hecho, el partido ni siquiera había llegado a concluir.
Con varios guardias de seguridad heridos por los altercados, el colegiado del encuentro, tras más de media hora de parón, decidió suspenderlo debido a la presencia de los ultras del Brescia sobre el césped. Los radicales finalmente fueron desalojados tras la intervención de la policía, que tardó lo suyo en tomar el control ante la ingente cantidad de personas presentes en el Estadio Mario Rigamonti.
Esto provocó que los seguidores del Cosenza tuvieran que permanecer en las instalaciones hasta pasada la una de la madrugada, debido a la peligrosidad de los ultras rivales. Sin embargo, la furia de los seguidores del Brescia no se quedó solamente en el terreno de juego y se trasladó fuera de él.
Coche quemado
Como supuesto castigo por no mantener la categoría, los radicales decidieron pagarla insultando al dueño del equipo. Los cánticos contra Massimo Cellino se hicieron presentes dentro del estadio y fuera de él debido al enfado que mantenían los hinchas del Brescia.
Además, según informó la Gazzetta dello Sport, los ultras también decidieron pagarla con uno de los jugadores del equipo. Acudieron hasta el parking de las instalaciones y le prendieron fuego al coche del defensor Matthieu Huard. Una noche de terror tras el descenso del Brescia a la Serie C.