El enfrentamiento entre el Flamengo y el Vasco da Gama es en Brasil más que un mero partido de fútbol. En un país en el que este deporte se vive con tanta intensidad, el derbi de Río de Janeiro desata en la ciudad una pasión especial, desmesurada y mal entendida en algunos casos como sucedió este pasado domingo.
El fútbol brasileño sigue teniendo un claro problema con los ultras. Los fanáticos de las dos aficiones se apoderaron de este precioso derbi en la previa del encuentro y dejaron unas imágenes lamentables que empañaron todo lo que sucedió después sobre el terreno de juego. En los aledaños de Maracaná se vivió una batalla campal que obligó a las fuerzas de seguridad a intervenir cuando la situación se había desmadrado por completo.
Tanto se elevó el nivel de estas peleas entre los ultras del Flamengo y del Vasco da Gama, que ya se han cobrado la vida de una persona y hay otros heridos graves que siguen en situación de riesgo. Las autoridades confirmaron la muerte de Bruno Macedo dos Santos, que falleció en el Hospital Municipal Souza Aguiar después de haber sido ingresado el pasado domingo en estado grave.
En un vídeo que circuló a través de las redes sociales, se pudo ver a otro de los heridos graves vagando en medio de la calle después de haber sido golpeado duramente. Sus familiares afirmaron que le robaron la cartera, las llaves de su moto y hasta la ropa hasta dejarlo desnudo.
Hasta ocho personas fueron hospitalizadas el fin de semana después de los serios incidentes que se vivieron en torno a Maracaná, en la previa a la décima jornada del Campeonato Carioca. De todos ellos, hasta tres siguen todavía hospitalizados bajo supervisión médica y dos de ellos se encuentran aún en estado grave, incluido uno que fue tiroteado por hombres que viajaban en una moto.
Porras y barras de hierro
El panorama que se vivió en los momentos previos al partido fue desolador. Hubo tiroteos, lanzamiento de objetos y peleas en una auténtica batalla campal protagonizada por los aficionados más radicales de los dos equipos. Todo ello obligó a las fuerzas policiales a tomar la iniciativa e intervenir para sofocar los incidentes.
Algunos hinchas llegaron incluso a enfrentarse con las fuerzas de seguridad, y la Policía Militarizada informó de que se requisaron 50 porras de madera, nueve barras de hierro, cinco artefactos explosivos de fabricación casera, manoplas y artefactos pirotécnicos. Todo un arsenal que nada tiene que ver con la disputa de un partido de fútbol.
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Hasta 600 policías tuvieron que ser desplegados en los aledaños de Maracaná antes de la celebración del encuentro entre el Flamengo y el Vasco da Gama, aunque la alta presencia policial no pudo evitar que se produjeran unos hechos lamentables que ya se han cobrado una víctima mortal.