El Barça vive uno de los días más convulsos de su historia este miércoles 15 de febrero. El conjunto catalán, que debería estar pensando en una Champions que no volverá a jugar hasta el año que viene, ha quedado señalado por unas graves acusaciones. Las que apuntan que pagó 1,4 millones de euros José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Un hecho que se produjo entre los años 2016 y 2018 y que está siendo investigado por la Fiscalía de la Ciudad Condal. El programa Qué t'hi jugues de SER Cataluña ha informado que el club catalán desvió estos pagos hacia la empresa DASNIL 95, propiedad del excolegiado que después fue vicepresidente del CTA desde el año 1994 hasta el 2018.
La investigación se inició a raíz de una inspección fiscal a la citada compañía por la tributación de esos 1,4 millones de euros. Enríquez Negreira y su hijo prestaron declaración ante la Fiscalía y han declarado que nunca hubo un trato de favor arbitral al conjunto azulgrana. Además, ha relacionado estos pagos con supuestos trabajo de asesoría que consistían en explicarle a los jugadores cómo se debían comportar durante los partidos con los colegiados. Sin embargo, nunca se presentaron facturas o documentos que pudieran demostrar esa supuesta asesoría.
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Los citados pagos, que ascendían a una media de casi medio millón de euros por temporada, un precio muy elevado para ser unos simples informes, correspondían a la etapa de Josep Maria Bartomeu en la presidencia. Sin embargo, el antiguo máximo mandatario del club catalán ha asegurado que esos pagos ya existían desde su llegada al Barça en el año 2003, cuando Joan Laporta ejercía su primera presidencia, y que continuaron también cuando Sandro Rosell era el poseedor del trono culé. Algo que esta directiva ha confirmado. La que se ha desmarcado es la predecesora de todas ellas, la de Joan Gaspart.
Laporta echa balones fuera
El Barça ha emitido un comunicado para dar explicaciones sobre lo sucedido, pero Joan Laporta ha querido romper su silencio para dar su propia versión de lo sucedido: "No es casualidad que salgan informaciones de este tipo cuando el Barcelona va bien, no es casualidad". Unas palabras que han sonado a gran excusa.
"Ante la información aparecida decir que el Barcelona, en el pasado, contrató los servicios de un consultor externo para informes técnicos sobre jugadores de categorías inferiores del estado español. Adicionalmente, este mismo consultor, hacía asesoramiento arbitral, muy normal en los grandes clubes. De hecho, hoy tenemos esta parcela integrada dentro del organigrama y está asignado al área de fútbol, con toda normalidad".
Laporta no ha querido perder la oportunidad de señalar hacia fuera del club en lugar de intentar capear el temporal en lo que va camino ser un escándalo que marcará a tres directivas diferentes: "La noticia llama la atención y no es casualidad que salga ahora. Por parte del Barcelona, cualquier interpretación capciosa, tendenciosa y que insinúe cosas que no son recibirá la respuesta proporcional y adecuada del club. Nos reservamos todas las acciones que hagan falta para defender la honorabilidad y los intereses del Barcelona".