La caída del Valencia es imparable. El conjunto che sigue sin ganar en Liga desde antes del Mundial de Qatar. Este domingo cayó derrotado en Pucela ante un Valladolid que marcó el gol de la victoria (1-0) en el minuto 90, obra del canadiense Cyle Larin. Las dudas se disparan contra Gennaro Gattuso y sus jugadores como se comprobaría horas después.
La llegada del Valencia a Manises dejó algunas imágenes de tensión. En el aeropuerto esperaban varias decenas de aficionados, ante los que se pararon Gattuso y varios jugadores. "En este momento no es un problema de los chicos", se le escucha decir al italiano.
En ese momento es cuando Gattuso se percata que una cámara del programa Àpunt, de la televisión autonómica valenciana, está captando la conversación y reacciona levantando la mano para apartar al aparato y a la persona que graba. El entrenador italiano es frenado por unos seguidores del equipo y luego sigue dialogando con ellos. También se abrazaría con uno de los aficionados.
Entre los seguidores del Valencia y la expedición del equipo hubo cierta paz. El grupo de aficionados llevaba una pancarta con el lema "Rendirse no es una opción" y Gabriel Paulista se acercó también a saludarles. El resto de jugadores aplaudió cuando les cantaron "Valencia, hasta la muerte".
Hay descontento y decepción en Valencia por el tramo actual del equipo. Los resultados no llegan y Gattuso, tras la derrota contra el Valladolid, explicó que él siempre "da la cara", puesto que es el "principal responsable" de la mala racha del equipo, pero "ni controla el dinero del club ni es quien ficha".
Gattuso, en rueda de prensa
En este sentido, preguntado en rueda de prensa sobre si iba a llegar algún refuerzo en el mercado invernal, comentó que él es "solo un trabajador" y su responsabilidad "es la que es", es decir "tratar de buscar soluciones en el juego para cambiar la dinámica negativa".
En su opinión, el Valencia "hace mucho tiempo que está haciendo méritos para ganar", en este caso, durante la primera mitad, en la que ha "controlado más" y ha tenido "ocasiones" para haber abierto el marcador.
"Está claro que yo soy el responsable de esto. Es verdad que el equipo ahora no juega con tranquilidad, y se sigue trabajando para que las ocasiones finalicen en gol y dé la vuelta a la situación. Y si llega alguien o no, no depende de mí, porque no controlo el dinero del club", añadió.
Según apuntó "hace unos meses el equipo tenía un estilo definido, con presión adelante, que estaba bien con balón, y ha habido partidos que no ha merecido perder", y por esto considera que "estos malos momentos pasarán".
Es consciente de que su continuidad esté en entredicho, y al respecto ha comentado que forma parte de su trabajo que se cuestione su vinculación al club, y que "respetará cualquier decisión que tome el club", siendo su única prioridad, en estos instantes, "la de tratar que todo cambie".