Un nuevo y bochornoso episodio se ha vivido en el fútbol femenino. Todo ha sucedido en Italia, donde Alice Pignagnoli disfrutaba de su vida como jugadora hasta que radicalmente su vida dio un giro de 180º tras la incomprensible decisión de su club, el Lucchese.
Pigmanoli informó al conjunto italiano que milita en la Serie C de que estaba embarazada. No era algo nuevo para ella, pues era la segunda vez que le ocurría a lo largo de su vida como futbolista. Desde el club, rápidamente tomaron una drástica decisión y dejaron de pagarle su sueldo, excluyéndola de cualquier actividad.
Tras unos meses de auténtico calvario, la exportera del AC Milan ha decidido denunciar su situación y exponerlo a través de las redes sociales. Y poco ha tardado en crearse el revuelo tras difundirse la noticia. Ella asegura que la han tratado "como un juguete viejo" en su equipo tras conocer que estaba en cinta.
"Han sido meses muy difíciles. Estar lejos del campo es, para mí, siempre un duelo en toda regla. Entonces, en contra de mis expectativas, encontrarme con un club hostil como el Lucchese, que me perjudicaba como mujer, madre y deportista, me creó una herida profunda. Me sentía sola, inútil, incapaz, un juguete viejo que había que tirar", era el comienzo de su post en Instagram sobre la situación.
Una situación que empezó a empeorar tras el intento casi inmediato de apartarla de la rutina del club. Le pidieron que devolviese el equipamiento deportivo o que abandonase el lugar donde tenía que dormir sin previo aviso. Unas palabras que minaron la moral de Pignagnoli.
Pese a que el Lucchese no la ha despedido ya que su unión finaliza el próximo 30 de junio, el cuadro italiano sí que debe hacerse cargo del sueldo de la futbolista hasta enero. Después el fondo de maternidad de la Federación Italiana de Fútbol se hace cargo de los demás gastos.
Difícil experiencia
"Primero me pidieron que devolviera el material deportivo a pesar de mi contrato hasta final de temporada, luego que liberara mi lugar para dormir y me echaron del equipo sin decir una palabra. Si realmente era necesario excluirme, y no entiendo por qué, al menos podrían decir algo, ya que jugué dos meses para ellos y cumplí con mi parte", recalcó Pignagnoli en una entrevista para Repubblica.
Aún así, la portera quiso excluir de ese comportamiento a sus compañeras y el cuerpo técnico, pues señaló que de esa parte recibió un muy buen trato y fueron todo lo comprensibles que pudieron al conocer la noticia del embarazo.
"El entrenador y las chicas fueron fantásticos, pero el club me dijo que ya no me pagarían a pesar de lo que estaba escrito en el contrato y poco a poco me empezaron a excluir del equipo", resaltó durante su testimonio al medio italiano. Además, también quiso recalcar la buena respuesta que recibió en su anterior club, el Cesena de la Serie B, donde vivió su primer embarazo.
"Acababa de llegar allí hace dos meses. Descubrí que estaba embarazada. El club me trató como a un ser humano, me dijeron que para ellos yo era una jugadora importante y que si quería podía quedarme cerca del equipo", asintió.
Mientras la jugadora se prepara para dar a luz, también hace lo propio con su forma física para evitar tardar mucho en regresar a la competición en su nuevo club. Algo imprescindible para seguir su trayectoria bajo los palos.
"Estoy trabajando duro para estar lo más en forma posible y volver al campo, aunque será mucho más difícil que la primera vez porque tendré una niña de tres años y el recién nacido. Estoy disfrutando de mi embarazo, luego veremos si alguien quiere darle una oportunidad a una mamá. Quién sabe si habrá un club que tenga la fuerza para ofrecerme un contrato", declaró en la entrevista.