Gerard Piqué ya es un exjugador de fútbol. El central del Barcelona vivió en la noche de este sábado su último partido como profesional en la victoria ante el Almería después de que dos días antes anunciara de manera repentina su retirada. Fue un día con muchas emociones para él y para todo el barcelonismo que se desataron al término del encuentro.
En ese momento, pese a que se había mostrado muy entero durante todo el día y en los momentos previos, Piqué se derrumbó y las lágrimas afloraron por sus mejillas. Su despedida fue inmejorable. Deja al Barça líder aunque sea de manera provisional de La Liga y dijo adiós ante más de 90.000 personas en su casa, el Camp Nou, donde ha desarrollado casi la totalidad de su carrera deportiva.
La previa del encuentro fue especial. Se habló poco del partido y mucho de Piqué. En el centro del campo, una lona con el lema 'Sempr3', haciendo un juego de palabras con el dorsal del central, presidió el calentamiento. Ese mismo mensaje estuvo presente en las camisetas de juego durante todo el encuentro, y a la salida de los equipos de los vestuarios todos los jugadores saltaron al césped vistiendo una camiseta con el nombre de Piqué.
[El Barcelona se lleva una cómoda victoria ante el Almería en el día de la despedida de Gerard Piqué]
Durante el partido se sucedieron las muestras de afecto. Cada vez que Piqué tocó un balón fue aplaudido por la grada, y eso que hace apenas unos días una parte del Camp Nou le dedicó algunos silbidos por su rendimiento deportivo reciente. No fue fácil para él mantener la calma, pero pudo completar el encuentro casi al completo porque Xavi Hernández se sumó a la fiesta y lo sustituyó a falta de seis minutos para el final del encuentro.
En ese momento, el Camp Nou se puso de pie y sonó una ovación atronadora. Todos los jugadores del Barça acudieron al lugar donde estaba Gerard Piqué para saludarlo y fundirse en un abrazo con él. En ese momento, las lágrimas afloraron por primera vez en la noche. A su llegada al banquillo, su saludo con Xavi Hernández y todos y cada uno de los componentes del banquillo.
Al término del encuentro se desató la fiesta de despedida. Piqué fue manteado visiblemente emocionado y acto seguido comenzó una vuelta de despedida por todo el estadio en solitario. Piqué se tomó su tiempo para ir por todas las zonas del campo diciendo adiós a las más de 90.000 personas presentes que han sido su afición durante tantos años.
Después, se proyectó en los videomarcadores un vídeo de apenas un minuto de duración con imágenes icónicas de la carrera del central culé. Y por último, le entregaron un micrófono para que Piqué pudiera despedirse de la gente.
"En primer lugar, los agradecimientos. A todos mis compañeros, al staff, a la gente del gimnasio, del material. A todos los que nos ayudan día a día para que todo sea más fácil. Gracias a la Junta por todos estos años. En la vida, cuando te haces mayor, a veces querer es dejar marchar. Una relación de tanto amor, de tanta pasión, creo que era el momento de dejarnos un espacio, darnos aire, y estoy convencido de que en un futuro volveré a estar aquí. Esto no es una despedida, ya me fui hace años y después volví. Nací aquí y moriré aquí. Visca el Barça", dijo Gerard Piqué.