Xavi Hernández ya es peor que Ronald Koeman. Al menos eso es lo que dicen los números, los que nunca engañan y los que, de hecho, mandan en el fútbol. Suelen decir que las comparaciones son odiosas, pero en muchos casos, especialmente cuando las cosas se cambian para intentar ir a mejor, son casi inevitables. Y al poner sobre la balanza el rendimiento de los dos últimos entrenadores del Fútbol Club Barcelona, Xavi, el actual, no queda ni mucho menos en buen lugar.
En El Clásico de este domingo Xavi Hernández cumplió ya la cifra redonda de 50 partidos dirigiendo al Barça. La prueba era complicada, no solo por el rival sino porque su equipo llegaba en un mal momento de la temporada, y así quedó reflejado en el césped del Santiago Bernabéu. Los culés volvieron a doblar la rodilla y cayeron de forma clara ante un contrincante superior en todo momento, una nueva derrota para el currículum del actual entrenador, que ya acumula once en este medio centenar de encuentros. Demasiadas para un equipo como el Barcelona.
La temporada pasada se consideró como un periodo de adaptación, más aún cuando la plantilla tenía un nivel notablemente inferior al plantel actual. Sin embargo, ahora a Xavi ya se le exigen resultados, unos objetivos que no llegan. A punto de quedar eliminado en la Champions League, acaba de perder el liderato de La Liga en favor del eterno rival. Pero no solo eso, el juego no acompaña y la imagen del equipo es cada día que pasa más pobre y endeble, por lo que las dudas sobre su figura son cada vez más grandes.
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Koeman ganó más
Ronald Koeman ha sido uno de los entrenadores más criticados en la historia reciente del Fútbol Club Barcelona. El míster holandés llegó al Camp Nou para sustituir a Quique Setién. La directiva quería dar un giro de timón a un equipo en descomposición y apostó por una figura que, como futbolista, fue capital en éxitos como la primera Champions League.
El 19 de agosto de 2020 hizo oficial el club catalán la llegada del holandés, que desde el principio alternó luces y sombras en sus resultados. El juego desplegado por el equipo, de hecho, tampoco llegó a convencer nunca en Barcelona y fue objeto de críticas, pero lo cierto es que los números de Koeman en sus primeros pasos fueron mejores que los que está firmando ahora Xavi Hernández.
Ronald llegó a ganar, en sus primeros 50 partidos al frente del conjunto blaugrana, un total de 34 encuentros. Además, empató 6 y tuvo que conformarse con la derrota en otros 10, tres de ellas ante el Real Madrid. En aquella temporada 2020/2021 terminó dejando al equipo en la tercera posición en La Liga, lejos de pelear por el campeonato y aventajando en apenas dos puntos al Sevilla, que fue cuarto.
Además, Koeman perdió la final de la Supercopa de España ante el Athletic Club y cayó en los octavos de final de la Champions League contra un París Saint Germain que fue muy superior en la ida. Al menos, puede presumir de haber ganado la Copa del Rey de aquel curso tras imponerse al Athletic.
A Xavi no le da
La situación de Ronald Koeman, sin embargo, terminó siendo insostenible. Con una plantilla en contra y sin apoyos en el club, las últimas semanas del técnico holandés en el Camp Nou fueron un suplicio para él. Casi marginado y resignado, sabiendo que su destitución llegaría tarde o temprano, aguantó como pudo en el banquillo hasta que fue despedido en el arranque de la temporada 2020/2021 tras dos derrotas consecutivas, una ante el Real Madrid y la posterior contra el Rayo Vallecano.
Era un Barça en depresión, sin plantilla y sin estilo de juego. Joan Laporta ya estaba por entonces al mando del club y, pese a que no era su favorito ni mucho menos, terminó por aceptar el clamor popular y fichó a Xavi Hernández para el banquillo. El presidente incluso llegó a decir unas fechas antes que todavía le faltaba preparación, pero aún así el exjugador abandonó el Al-Sadd qatarí para cumplir su sueño, ser entrenador del club de su vida. Su balance después de los primeros 50 partidos es de apenas 28 victorias, 11 empates y hasta 11 derrotas.
Con el barcelonismo hundido, su fichaje fue acogido como la llegada de un salvador. El anhelo de recuperar el juego visto en la época de Guardiola y rememorar triunfos pasados invadió el sentir culé, pero poco a poco la realidad ha ido dando un golpe tras otro. Cada cual más duro.
La primera temporada se tomó como un periodo de adaptación por varios motivos. Uno de ellos era la falta de experiencia de Xavi en un banquillo de tan alta exigencia como es el del Camp Nou. El otro, la limitada plantilla con la que contaban los culés, lejos de las mejores de La Liga y sobre todo de Europa. Entonces llegó el primer desastre con el catalán al mando, la eliminación en la fase de grupos de Champions League, un hecho casi inaudito en la historia del club, que se vio relegado a jugar la Europa League.
Llegó también la derrota en El Clásico de la Supercopa, y acto seguido el adiós a la Copa del Rey en octavos de final contra el Athletic Club. Demasiados golpes duros tan seguidos que empezaban a poner a prueba al entrenador. En La Liga, los culés remontaron en el tramo final pero el otro batacazo llegó con la eliminación a manos del Eintracht de Frankfurt en los cuartos de final de la Europa League.
Peor que Valverde o Martino
Esta temporada era la gran prueba de fuego para Xavi Hernández. A lo largo del verano el club ha hipotecado muchos de sus ingresos a largo plazo para hacerle una de las grandes plantillas de Europa a la que, sin embargo, no le está sacando rendimiento. El juego dista mucho de llegar al discurso que vendió desde el primer día y los números le dejan en muy mal lugar.
El Barcelona está a punto de caer eliminado de nuevo en la fase de grupos de Champions League, algo que para el club, tanto deportiva como económicamente, supone un revés muy importante. En La Liga, a nivel de resultados, el balance no es malo, pero tras perder El Clásico el equipo quedó en evidencia. De hecho, el Barça no ha sido capaz de ganar a ninguno de los grandes rivales a los que se ha enfrentado esta temporada. Ni al Bayern, ni al Inter, ni al Real Madrid, a ninguno.
Otras comparaciones siguen dejando en mal lugar a Xavi Hernández. Pese a que se buscaba que fuera un revulsivo, en el porcentaje de puntos obtenidos en sus primeros 50 encuentros al frente del Barcelona aparece muy lejos de estar entre los mejores del club. Con apenas un 63% de los puntos en juego obtenidos, se encuentra varios escalones por debajo incluso de otros entrenadores que fueron despedidos recientemente como el Tata Martino o Valverde.
Por el momento, Xavi Hernández sigue teniendo crédito en el banquillo del Fútbol Club Barcelona pero en el deporte rey la paciencia se agota de un día para otro. Si a la derrota contra el Real Madrid se le une la eliminación temprana en la Champions League y la mala imagen que sigue dejando el equipo, se puede formar un cóctel difícil de superar para el entrenador. Laporta, por el momento, vigila atentamente.