Neymar Junior está pasando por uno de sus momentos más delicados a lo largo de su carrera como futbolista. El jugador del Paris-Saint Germain ha visto cómo comenzaba su juicio por corrupción y está. El delantero se enfrena a cinco años de prisión por su traspaso al Fútbol Club Barcelona.
La Audiencia de la Ciudad Condal juzgará durante toda esta semana al brasileño, parte de su familia y varios exdirectos del conjunto culé. Entre ellos destacan Sandro Rossell o Josep Maria Bartomeu. Una situación que podría traer graves consecuencias para uno de los líderes de la Canarinha.
Una de las figuras con las que se inició todo este proceso en los tribunales fue Delcir Sonda. Un magnate propietario de una potente cadena de supermercados brasileña interpuso en su momento una demanda para reclamar todo el dinero invertido en la operación, llegando a pedir treinta y cinco millones de dólares. Todo ello lo hace a través de la empresa DIS, un fondo de inversión con el que controla todos sus negocios, alegando la firma de contratos simulados entre la actual estrella del PSG y el Barça en el momento de firmar con los culés.
La relación entre el empresario y el talento comenzó cuando Neymar apenas era un crío y Sonda se fijó en él. Se quedó anonadado con la calidad futbolística que atesoraba el jugador de las categorías inferiores del Santos. "Había un niño que era totalmente diferente a los demás. Se me quedó grabado en la cabeza. Nunca imaginé que ese chico se convertiría un día en mi jugador", expresa el empresario en una entrevista a The New York Times.
Todo comenzó con 17 años
El Santos necesita liquidez económica para mantener a Neymar en sus filas ante el acecho de los grandes clubs en 2009, cuando ya contaba con 17 años. En aquel momento, el empresario relacionado con el mundo de los supermercados, inmobiliarias o las gasolineras, entró de lleno en la operación adquiriendo los derechos del jugador, concretamente un 40%. Según relata en el medio estadounidense, pagó dos millones de dólares por hacerse con ellos. Entonces el equipo se quedaba con un 45%, otro 5% iba para Teisa y el 10% era del futbolista.
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"El dinero siempre había sido un punto de presión en la relación con la familia de Neymar", recalca en la entrevista. Tras invertir en el futuro de la joven estrella brasileña al principio forjó una cierta amistad con él y su familia. Sin embargo, a medida que iban recibiendo ofertas, fue presionado para venderlos por una cantidad superior. Algo que él rechazó. "Se hicieron ricos de la noche al día", recalca Sonda.
Con más de 40 supermercados abierto en todo el mundo, el empresario junto a su hermano decidió poner en marcha una empresa dedicada al fútbol. Un conglomerado para invertir en futuras estrellas llamada DIS.
"Fui traicionado por Neymar, por su padre y por su madre. Hubo un fraude orquestado por Neymar, sus padres y el Barcelona por medio de contratos simulados", expresó en una aparición pública en 2017 sobre el asunto.
Se siente "engañado"
Años más tarde, tras diversos tratos, se cerró el traspaso definitivo de Neymar al FC Barcelona en un acuerdo donde gran parte de las cantidades se ocultaron, especialmente al propio Sonda que era el propietario de parte de los derechos federativos del brasileño.
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"Vendieron mi 40 por ciento al Barcelona. Me engañaron", se lamenta el empresario en sus palabras al The New York Times. Un pacto secreto entre la emergente estrella y el Barça cambió el rumbo de la operación. El coste final del traspaso no se desveló hasta años después y, pese a tratar de ponerse en contacto con el club de la Ciudad Condal, no recibió respuesta alguna.
Ahora, con la demanda de por medio, Sonda reclama 35 millones de dólares como pago por la salida del atacante rumbo a España. Además, también pide ocho años de prisión Sandro Rosell, uno de los artífices de la llegada de Neymar al Barça.