La celebración del próximo Mundial de fútbol en el país de Qatar sigue levantando mucha polvareda. La vulneración de muchos de los Derechos Humanos en las leyes del país asiático va a ser hasta el último día uno de los puntos calientes de debate pese a que se han ido anunciando la relajación de algunas de estas normas. Sin embargo, son muchas las personas que no se sienten cómodas y hay un colectivo como es el LGTBI que va a estar especialmente desprotegido durante el mes que durará esta cita.
Por eso, EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más para conocer cuál es su sentir acerca de la celebración de un evento tan importante en un país así. El calendario dice que restan exactamente 50 días para que ruede el balón en Qatar y los derechos de este grupo de personas siguen en entredicho.
De hecho, en este organismo siguen desconfiando al máximo de que realmente Qatar vaya a relajar sus estrictas normas y ponen en duda el aperturismo del estado. Además, critican abiertamente que la FIFA dé el visto bueno a organizar un evento tan importante en un país que vulnera los Derechos Humanos. También ponen de relieve su incoherencia al promover por un lado valores como el respeto o la cero tolerancia con el racismo, y después la designación de un Mundial un país con unas leyes tan estrictas.
No se creen a Qatar
Durante los últimos meses, se han sucedido las noticias acerca de una mayor apertura de Qatar de cara al Mundial. Desde el país asiático han ido deslizando algunos síntomas de apertura en diferentes ámbitos. Primero anunciaron que dejarían beber alcohol en zonas determinadas, siempre dentro de los estadios o en las fan zones habilitadas para ello, y después fueron un poco más allá con algunas libertades.
Así, apuntaron que la bandera arco iris podrá ser exhibida pero siempre y cuando no se pose sobre las mezquitas, por lo que no habrá pena de cárcel para quienes la porten. También mostraron cierta tolerancia con gestos como el de darse la mano, aunque matizaron que "las muestras de afecto en público están mal vistas independientemente de la orientación sexual".
Pero todas estas promesas o mensajes de apertura no están calando en la comunidad LGTBI. De hecho, en un ente representativo en España como es la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más no se fían lo más mínimo de estas promesas y acogen las novedades con mucha cautela.
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Óscar Rodríguez, el vocal de Relaciones Exteriores de la FELGTBI, lo tiene claro: "No les creemos. Qatar ha hecho muchas promesas pero la realidad es que su código penal castiga con siete años de prisión la relación entre personas homosexuales". Y prosigue: "También es un país que votó en contra de no castigar con la pena de muerte a las parejas homosexuales, así que no les creemos porque con una mano hacen y con la otra deshacen".
Fuertes críticas a la FIFA
Esta Federación ya realizó en el pasado Mundial que se celebró en Rusia un acto reivindicativo, ya que este es otro pais en el que los derechos de la comunidad LGTBI están en entredicho. Varios activistas posaron en la Plaza Roja de Moscú con camisetas de diferentes Selecciones y recrearon una bandera arco iris, algo que está perseguido por el Gobierno de Putin.
Este tipo de actos vienen a poner de manifiesto la disconformidad de estas asociaciones con la celebración de grandes eventos en países donde los derechos siguen restringidos. El dedo acusador lo tiene claro y señala a la FIFA como el gran culpable pero sobre todo tacha a este organismo de incoherente e hipócrita.
"La FIFA se debería plantear cuál es su posición con respecto a los Derechos Humanos. Si se considera una institución que fomenta valores como el respeto, la lucha contra el racismo o la hermandad, se debería preguntar si Qatar es el mejor lugar para celebrar un Mundial de fútbol", dice Óscar Rodríguez. "Este es un país donde tampoco se respeta la libertad migrante a sindicarse ni la libertad de prensa", recuerda el vocal de Relaciones Exteriores.
Por otra parte, hace unos días la Asociación de Fútbol de Inglaterra aclaró que algunos colectivos LGTBI les habían manifestado cierto miedo por viajar a Qatar. La FELGTBI, por su parte, apunta que no ha recibido este tipo de sensaciones, pero admite el malestar general: "Todo son señales que no te dan ganas de disfrutar del fútbol, solo te dan ganas de no querer viajar allí, y además sería incoherente apoyar la economía de un régimen haciendo turismo", apunta Óscar Rodríguez.
Propuesta a la RFEF
Durante las últimas semanas han sido varias las Selecciones que han ido anunciando diferentes actos reivindicativos de cara al Mundial. En principio, serán ocho los equipos que lucirán un brazalete arco iris durante sus partidos pese a que es un hecho que está prohibido por la FIFA. Inglaterra fue el último país en sumarse a esta iniciativa que ya pusieron en marcha otros como Alemania, Francia, Bélgica, Países Bajos, Gales, Suiza y Dinamarca, todos ellos desafiantes con el máximo organismo del fútbol.
De hecho, Dinamarca ha ido un paso más allá. De la mano con la marca deportiva que le viste, Hummel, han hecho unas equipaciones especiales donde el escudo de la selección danesa y el logo de la firma aparecen difuminados. El mensaje era que no querían aparecer en un evento que ha costado miles de vidas en referencia a los trabajadores fallecidos en la construcción de los estadios.
En España, ha sido la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más la que ha buscado siempre dar un paso al frente. De hecho, en la pasada Eurocopa le plantearon a la RFEF la posibilidad de que el capitán luciera el brazalete arco iris en el partido ante Eslovaquia, aunque es algo que todavía no han llegado a conseguir.
No obstante, la relación entre ambas instituciones es buenas: "Nosotros siempre estamos abiertos al diálogo con la RFEF o con cualquier otro organismo", señala Óscar. Y por último, el vocal de Relaciones Exteriores de la FELGTBI lanza una cuestión en relación al camino que todavía queda por recorrer: "Como reflexión, habría que preguntarse por qué no salen más jugadores de fútbol del armario".