Las mujeres siguen haciendo historia en el mundo del arbitraje del fútbol. Guadalupe Porras Ayuso se convertirá en la primera árbitra española que participará en un partido de la máxima competición europea de clubes como asistente. Formará parte del equipo arbitral de Carlos Del Cerro Grande en el Nápoles - Liverpool de la primera jornada de la fase de grupos de la Champions League. La colegiada extremeña, internacional desde 2014, da un nuevo paso en su trayectoria.
Porras Ayuso vive su cuarta temporada como asistente en Primera División en un curso futbolístico en el que seguramente terminará siendo parte del Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023. Tanto el Ejército como el fútbol eran sus pasiones y de hecho llegó a jugar en la Primera División. La disciplina en el trabajo le ha hecho llegar a este punto de su carrera donde el hecho de ver a una mujer dentro de un equipo arbitral de un partido de la máxima categoría masculina empieza a dejar de ser noticia.
Después de empezar a arbitrar con 16 años, Porras Ayuso fue superando las diferentes categorías del fútbol nacional. Desde el Colegio Extremeño de Árbitros pasó una temporada por la Tercera División, cuestión que le permitió el ascenso a Segunda B. Allí estuvo ocho temporadas hasta dar el salto a la Segunda. En 2019 se convirtió en la primera mujer juez de linea en La Liga, categoría que no ha abandonado desde entonces. Ahora da el salto a la Champions.
Su gran momento llegó en abril del año pasado cuando estuvo presente en su primera final. Formó parte del equipo de Xavier Estrada Fernández en la Copa del Rey 2020 aplazada por la pandemia entre Athletic Club de Bilbao y Real Sociedad. Ahora vivirá un nuevo momento histórico en su carrera, siendo un ejemplo para otras muchas mujeres del panorama arbitral español y ganándose el respeto como una de las mejores jueces de línea del país.
Antes de que acabara 2020 ya rompió otra barrera a nivel europeo. La extremeña de 33 años fue llamada el pasado 29 de octubre para ser asistente el duelo de la segunda jornada de la Europa League entre el LASK Linz y el Ludogorets. Esto significaba que fuera la primera árbitra española en un partido masculino internacional. Un año antes llegó a la máxima categoría del fútbol nacional cuando se estrenó en un Mallorca - Eibar.
Disciplina
La extremeña pasó nueve años de su vida asociada al ejército español. Ese tiempo que desarrolló como soldado de la institución de defensa del país ha sido trascendental para mantenerse constante e ir dando pasos adelante en su carrera como árbitro. En 2014 lo dejó para centrarse en el mundo del deporte y en su carrera de Educación Primaria, pero hubo un momento, cuando tenía 19 años, que era futbolista, soldado y árbitro.
Esta noticia llega justo después de que ella misma, junto a Yolanda Parga y Marta Huerta, denunciara la situación precaria de las árbitras pidiendo la profesionalización del colectivo antes de que se inicie la primera temporada de la Liga Profesional de Fútbol Femenino. Una colegiada de la máxima categoría cobra entre 300 y 160 euros por encuentro sin estar dadas de alta en la Seguridad Social y sin derecho a baja laboral o maternal.