Antoine Griezmann vive una situación muy complicada en estos momentos en el Atlético de Madrid. El jugador francés cuenta para Simeone, pero no para el club. Gil Marín y Enrique Cerezo quieren evitar por todos los medios perder dinero con el futbolista galo, quien en estos momentos es propiedad del FC Barcelona, pero que se encuentra cedido en la entidad rojiblanca.
Barça y Atleti llegaron a un acuerdo para la cesión de Griezmann por dos años. Al final de la misma, en junio de 2023, el galo tenía una cláusula de compra que se activaría automáticamente si el '7' termina jugando 45 minutos en la mitad de los partidos que esté disponible para Simeone. Es decir, el 50% de los minutos del 50% de los encuentros en los que pudiera participar. No cuentan los que se pierda ni por lesiones ni tampoco por sanciones.
La cifra de la cláusula es de 40 millones de euros, una cantidad que el Atleti ni quiere ni puede afrontar. Por ello, las directrices que le han llegado a Simeone desde las altas esferas del club son que no se puede llevar a cabo la operación y, por lo tanto, que Griezmann no puede superar la cantidad de minutos estipulada en su nuevo contrato.
Una orden que el entrenador argentino había mantenido oculta hasta ahora a pesar de que era un secreto a voces. Hasta la previa de la cuarta jornada de Liga, donde ha sido preguntado y donde ha respondido con total sinceridad. Cuando se le ha cuestionado por la cantidad de minutos que iba a jugar una de las estrellas del equipo, no ha dudado: "Me conocéis de hace 10 años. Yo soy hombre de club y lo seré siempre".
Se trata de una situación que le toca muy de cerca y es que fue él quien pidió su regreso a pesar de toda la polémica que hubo con su salida. Le dio igual en aquel momento que la afición se pudiera oponer a ese movimiento. Al final, el rendimiento de Griezmann conseguiría dar la vuelta a la situación. Pero ahora, lo más probable es que se vea muy poco al '7' sobre el césped, ya que necesitan dosificar esos minutos al máximo.
Movimientos en el mercado
El Atlético de Madrid ha estado intentando arreglar la situación de Griezmann hasta última hora del mercado, tratando de hallar una salida que solucionara la papeleta. Primero fue con la jugada del fichaje de Cristiano Ronaldo procedente del Manchester United y después con un intercambio por Morata con el Barça, pero ninguna de las dos llegó a buen puerto.
Por ello, el 'Cholo' ha reconocido que el mercado ha terminado siendo tranquilo para ellos: "Siguió la línea que veníamos hablando con el club y como se cerró el mercado por parte del Atlético. Lo viví con tranquilidad, confío en la gente con la que trabajamos y sabíamos el camino previsto. Junio, complicado, julio acomodó, pero se complicó, parecía que se iban cuatro, venían tres... Pero la pandemia y la crisis que hemos tenido, influye mucho. Nosotros no pudimos vender y genera dificultades".
Sin ventas, no quedaba otra que afrontar la situación de Griezmann con entereza. Y tratar de convencerle de que puede seguir siendo importante aunque juegue solo unos minutos: "Hay que intentar hacerles entender que jugar bien 30 minutos es más importante que 60 mal. Está claro que todos quieren jugar más, pero los técnicos buscan situaciones que favorezcan al equipo".