El Reino Unido asiste asombrado a las nuevas revelaciones que apuntan a Benjamin Mendy, futbolista francés del Manchester City, como un depredador sexual mientras se celebra el juicio contra él. El internacional por Francia está acusado de ocho cargos de violación, un intento de violación y otro por agresión sexual que se produjeron desde julio de 2012 hasta agosto del año pasado.
Según se ha sabido en las últimas horas, el que fuera uno de los fichajes más caros del club 'citizen' en el verano de 2017, Benjamin Mendy, le dijo a una de sus presuntas víctimas que se había acostado con 10.000 mujeres. Un testimonio que ha trascendido tras las primeras sesiones del juicio contra Mendy.
La edad promedio de las mujeres que han denunciado es de 20 años y nueve meses, mientras que hay una que asegura tener 17 años cuando se produjo la supuesta violación. El jugador de momento está en libertad bajo fianza sin poder salir del país y sigue suspendido por el Manchester City hasta que termine un juicio, que aseguran que puede prolongarse hasta tres meses.
Y es que las revelaciones son muchas y algunas verdaderamente macabras. El acusado de 28 años se jactó de haber violado a una mujer en su habitación después de haber confiscado su teléfono en su mansión de Cheshire, donde vivía Mendy. Estas informaciones se han hecho públicas después de la sesión del juicio que tuvo lugar el jueves.
La mujer -la primera de todas en acudir a la policía para acusar al futbolista de violación o agresión sexual- dijo que creía que la habían encerrado en la habitación después de que Mendy le dijera que no podía salir y le prometió devolverle el teléfono si se desnudaba. Todo parecía parte de una broma de mal gusto, pero no lo era.
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Cuando el bar cerró, ella y algunos amigos fueron a la casa de Mendy en las cercanías de Mottram St. Andrew, donde el futbolista se enfrentó a la presunta víctima después de ver a esta usando la aplicación Snapchat en su teléfono.
Ella afirma que él le dijo que no podía poner fotos de su casa en las redes sociales, ya que él ya había sido multado con 200.000 libras esterlinas previamente por organizar fiestas durante el confinamiento.
Contra su voluntad
La mujer aseguró haber seguido al futbolista escaleras arriba y entrar en una habitación que abrió usando su huella dactilar en una pantalla táctil, mientras le pedía repetidamente que le devolvieran su teléfono. Ella dijo que dejó totalmente claro que no estaba interesada en él. "Dije: no quiero tener sexo contigo. Me quiero ir", contó a la policía.
En ese momento la profesora afirma que Mendy quiso verla desnuda, pero ella se negó. Creyendo que estaba encerrada, la mujer aseguró haberse quitado toda la ropa excepto una tanga. Luego el futbolista la por detrás, afirmó, antes de atacarla. Cuando ella trató de deshacerse de él, Mendy dijo: "Oh, eres demasiado tímida". Un momento desagradable en el que la mujer contestó: "No, no soy tímida. Simplemente no quiero tener sexo contigo. Y él estaba como: 'Está bien. He tenido sexo con 10.000 mujeres. Está bien'".
La denunciante afirma que Mendy le dijo en ese momento que tenía que irse y comenzó a cambiarse: "Si no le dices nada a nadie, puedes venir aquí todas las noches", le dijo a la mujer antes de que esta se fuera. Ella dijo que no entendía cómo él podía ver lo que le había hecho como "un privilegio" ni que pensara que ella querría repetir la experiencia.
Entrevistada después por un policía, la mujer contó cómo repetidamente decía que no. "Lo que realmente me molesta es cuántas veces dije que no. Cuantas veces dije: no quiero tener sexo contigo. Fui muy claro y eso no fue escuchado".
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En los mensajes, la mujer decía que se iba a emborrachar, y "oye, si alguna vez me voy a quedar embarazada, es esta noche".
Un "depredador"
Ante esta acusación, la mujer dijo que era una broma. Negó la sugerencia de los abogados de Mendy de que la actividad sexual fue consentida y que había mentido sobre el comentario de las 10.000 mujeres.
En el juicio ya se ha calificado a Mendy de ser un "depredador" que "diseñó situaciones" en las que podía violar y agredir sexualmente a mujeres con su amigo Louis Saha Matturie. De hecho, algunas de las denunciantes han asegurado que la casa de Mendy está en un lugar alejado, en el que el pueblo más cercano está a 15 minutos a pie por un camino rural sin iluminación. Además, no podían acceder a su móvil y tenían sistemas de "habitación del pánico" para encerrarlas.
En una sesión previa del juicio, el jurado pudo ver una entrevista grabada por la policía a una de las mujeres, de 32 años, asegurando que "no tenía sentido" gritar pidiendo ayuda y que le dijo "detente" y "no", pero que Benjamin Mendy no paró.
Antes, en una discoteca en la que estuvieron previamente, la mujer aseguró que le dijo: "Cuando no esté mirando, te voy a secuestrar", y ella pensó que "estaba bromeando".
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Cuando se marcharon a la casa de Mendy la mujer se estaba duchando en una de las habitaciones, y allí entró el futbolista, tan solo vestido con unos calzoncillos. Ella estaba desnuda: "Entró y, en estado de shock, le dije 'te tienes que ir'. Vi cómo se sostenía su zona privada". Logró taparse con una toalla y coger algo de ropa interior, pero el jugador se lo quitó, según el testimonio.
"Simplemente no quería que yo tuviese ropa. Él seguía obstruyéndome. Yo seguía empujándole... y él seguía agarrándome", aseguró. Así, Benjamin Mendy la "sentó en la cama" y la "puso encima de él". Ella intentó coger la toalla, mientras él se quitaba los calzoncillos.
"Seguí tratando de escabullirme. Se acercó mucho y le empujé más lo más que pude", continuó la mujer. Ella aseguró que no paraba de pensar en por qué le estaba pasando eso y también en si debería gritar, pero se dijo: "No tiene sentido, ya que él está en su propio terreno", contó durante la sesión. Hasta el momento Mendy ha negado todos los cargos en su contra y el juicio continúa.