El fichaje es Álvaro Morata. Es lo que se extrae tras el último partido de la pretemporada del Atlético de Madrid. El delantero marcó un hat-trick (aunque no se apuntó el último gol) ante la Juventus en la que pasó las dos últimas campañas. Cabe recordar que el partido se iba a jugar en Tel Aviv, el equipo italiano descartó viajar por la situación en la Franja de Gaza y finalmente se disputó en la ciudad deportiva del equipo de Turín. El madrileño cierra la preparación como el mejor jugador del conjunto rojiblanco y se postula como la gran ilusión para su afición.
Es llamativo que lo haya hecho ante la Juve. El equipo italiano quiere volver a contar con él, pero el Atlético pide un precio muy alto por su traspaso. Todo ello a pesar de que Diego Pablo Simeone no parecía confiar en él al 100%. Quizá la preparación de la nueva temporada le haga cambiar de opinión. Morata lanzó al equipo rojiblanco en el Centro Deportivo Continassa y Matheus Cunha dejó su firma anotando el último. El brasileño era el que a priori debía convertirse en el delantero titular este año.
El Atlético está listo tras esta prueba en Italia con la que completó la pretemporada con pleno de victorias para comenzar La Liga el lunes 15 de agosto. El conjunto rojiblanco ya no se conforma sólo con entrar en la Champions League en cada uno de los últimos diez años y, tras una campaña en la que se separó demasiado pronto de competir por el título, buscan volver a pelear por todo. Parece que Morata quiere ser importante en este reto precisamente mientras dirige su objetivo personal hacia el Mundial de Qatar 2022.
Tiene muchísimo que decir en este Atlético, si finalmente se mantiene en él. Su pretemporada no admite dudas. Vio portería el pasado jueves en el Trofeo Ramón de Carranza ante el Cádiz, se reafirma con esta exhibición anotadora ante la Juventus y también se muestra notable en cada uno de los aspectos del juego que se exigen a un delantero. El nivel de Morata está a la altura de lo que le faltó al equipo en algunos tramos de la temporada pasada.
El goleador remarcó sus cualidades batiendo a la Juve a los 10 minutos, con un movimiento muy propio de su perfil. Su desmarque perfecto entre los centrales, beneficiado por el desajuste de Danilo en el lateral derecho, fue la invitación que necesitaba Joao Félix para entregarle un pase que transformó de primeras con la izquierda. Así es como compraba papeletas para ser titular ante el Getafe en la primera jornada.
Morata ejemplificó la verticalidad que reclama Simeone en cada ataque en el segundo gol: superó en la pugna cuerpo a cuerpo a Bonucci en el medio campo, corrió, condujo el balón y se plantó en el área contraria, donde quebró a Bremer con la izquierda, la misma pierna con la que anotó. En una falta lanzada por Lemar que queda la duda si Álvaro alcanzó a peinar con la cabeza convirtió el 0-3. Él no se quería apuntar el hat-trick, pero su encuentro lo merece.