"No sé. Puede ser que me encierren o maten por estas palabras, pero digo las cosas como son", así se ha expresado Ígor Denisov, excapitán de la selección rusa de fútbol. Denisov, de 38 años, ha mostrado su oposición a la guerra entre Rusia y Ucrania desde el inicio del conflicto.
"Yo incluso le dije (a Putin): 'Estoy dispuesto a arrodillarme ante usted'. Yo soy un tipo orgulloso... Estaba dispuesto a arrodillarme para que lo parara todo ¿Qué importa la vida de una persona? ¿Quién es Denísov?", ha señalado en una entrevista con Nóbel Arustamián, un reconocido periodista ruso.
El futbolista, que fue 54 veces internacional con su país, reconoció que tras el inicio de la intervención armada rusa no podía dormir o comer con normalidad. Por todo ello, consideró correcta la exclusión de la selección de la repesca mundialista y de los clubes rusos de las competiciones europeas, ya que "todos" los rusos con responsables de lo que ocurre en el país vecino.
"Si nuestro país entró allí, yo considero que es nuestra culpa común", ha insistido. "Si yo digo que esto es incorrecto, nada cambiará. Lo dicen mil personas, nada cambiará. Un millón, nada cambiará. Sólo cuando todos, los 140-150 millones, entiendan a que esto es incorrecto, seguramente, algo cambiará", ha opinado.
"Incluso ahora tengo miedo. Pero no puedo no decirlo. Yo no pienso esconderme o escaparme a algún sitio. No lo necesito, ¿pero cómo puedo callarme si es lo que siento?", ha concluido.
Denísov, centrocampista defensivo de 38 años, se formó en el Zenit, con el que ganó tres ligas, la UEFA y Supercopa Europea, y después militó en el Anzhí, Dinamo y Lokomotiv, donde se alzó con el campeonato ruso antes de retirarse en 2019. Con la selección, disputó la Eurocopa de Polonia y Ucrania (2012) y el Mundial de Brasil (2014), en el que Rusia fue apeada en la primera fase.
Entre los internacionales rusos en activo, sólo Fiódor Smólov (Dinamo) rechazó la guerra en las redes sociales, lo que ha motivado las agrias críticas de los futbolistas ucranianos.
Sanciones a todo el deporte
El deporte ruso lleva inmerso en una espiral de sanciones desde que comenzó la guerra que no ha parado hasta el momento. En el caso del fútbol, la FIFA ha vetado a la selección rusa de las competiciones internacionales y sus clubes también han sido eliminados de las principales competiciones de Europa, como la Champions League.
La Fórmula 1, gran emblema del mundo del motor, también se tomaron medidas. En su caso, el Gran Premio de Sochi ha sido cancelado en el calendario después de que pilotos como Sebastian Vettel anunciaran que no iban a correr allí. "El Mundial de Fórmula 1 visita países de todo el mundo con la visión positiva de unir a personas y naciones. Estamos observando el desarrollo de los acontecimientos de Ucrania con tristeza, gran impresión y esperamos un cambio y una resolución pacífica de la situación actual", explicaron desde la organización.