Es el orgullo de Barrancas, nada que ver con la patria de Shakira, pero también de Jürgen Klopp. Cuando Luis Díaz se paseó por Wembley, con la tapa del trofeo de la FA Cup sobre su cabeza y con el premio al hombre del partido en la mano, parecía totalmente cómodo, como un jugador que lleva años en el Liverpool. Lo cierto es que ya ha ganado dos trofeos en cuatro meses desde que fichó y podría conseguir un tercero este sábado si vence al Real Madrid en la final de la Champions League.
Los Reds querían este invierno un delantero de rendimiento inmediato. Y cuando trataron de ajustar el perfil, los resultados del Big Data, apuntaron al colombiano. Los números lo dejaban claro: las dinámicas de juego del Oporto, al que pagaron 47 millones de euros, eran muy parecidas a las del Liverpool y los parámetros de Luis Díaz apuntaban a un encaje natural. Tan solo tenía que trasladar los mismos automatismos al equipo de Klopp. No cabe duda de que lo ha hecho.
En Barrancas, al norte de Colombia, juegan cada día, descalzos y en un campo muy alejado de los profesionales, un sinfín de jóvenes que sueñan con disputar algún día una final de Champions. Ahora saben que no es un sueño inalcanzable, pues quien fue uno de ellos será este sábado uno de los protagonistas del partido en Saint-Denis. Todos los indígenas wayú de esta zona, que son la mitad de la población del departamento de La Guajira, estarán pendientes de Luis Díaz.
De Barrancas...
Allí todos recuerdan al tímido Luisfer. Jugaba sin cansancio en el árido departamento caribeño fronterizo con Venezuela. Desde muy pequeño, el hijo de Luis Manuel, entrenador de la única escuela de fútbol del poblado de unos 38.000 habitantes, mostró su velocidad, resistencia y habilidad para esquivar jugadores rivales. Por primera vez un indígena de Colombia, donde el 4,4% de la población es aborigen y sus deportistas más famosos nacen en el Pacífico, está en la élite.
Díaz saltaba a la cancha descalzo y vistiendo la camiseta del Cluballer, el equipo de su padre. Jugar en estas condiciones forjó su talento. 'El Guajiro', como le apodan en Colombia, fue puesto en la órbita internacional por otro ilustre. Carlos Valderrama, famoso en España por aquella curiosa imagen con Míchel en un partido en el Santiago Bernabéu, le dio las llaves en 2015 de la selección indígena colombiana que participó en la única Copa América que se ha disputado bajo esa condición.
En Chile, Díaz dejó atrás las adversas situaciones de La Guajira y volvió locos a los rivales que intentaban quitarle la pelota. Jugó todos los partidos, marcó dos goles y llevó el brazalete de capitán del combinado cafetero. Ahí dio el paso al Junior de Barranquilla, el club que marcó su carrera. Le obligaron a ganar 10 kilos de peso a base de una dieta basada en proteínas, además de mejorar su masa muscular. También entró en la lista que preparó el Mundial 2018 con Colombia.
Con 22 años, firmó por el Oporto, que se adelantó a otros grandes como River Plate y otros equipos europeos. Ahí es donde apareció por ejemplo el Atlético de Madrid. Tanto en ese primer paso como en su primera temporada en Portugal fue ofrecido al equipo de Simeone. Andrea Berta tanteó al equipo luso, pero les pareció muy caro. Finalmente, llegó Matheus Cunha. También otros clubes nacionales más humildes estuvieron pendientes de su explosión en Colombia, pero acabó en Liverpool.
... a Liverpool
Jürgen Klopp describe a Díaz como un jugador que "se adapta como un guante a nuestro fútbol". "Qué chico. Qué historia. Qué jugador. Lleva nuestro fútbol al 100%. Me siento afortunado. Uno no espera milagros inmediatos de este tipo de jugadores, pero él no está lejos de hacer exactamente eso. Que siga así. Lo que ha sido realmente especial es que cuando lo vimos sabíamos que encajaría inmediatamente. Eso es muy difícil, normalmente, pero no para él", destaca el alemán.
Su inglés no es muy bueno, pero no parece haber supuesto un problema. "¡Lo intentó durante 10 minutos largos, pero no entendí ni una palabra!", explicó el técnico en abril cuando le preguntaron si Díaz había dado consejos al equipo sobre cómo superar a su antiguo rival portugués, el Benfica. Díaz también espera los famosos abrazos de Klopp después de los partidos: el alemán bromea explicando que grita "vamos" porque no sabe qué más decir en español.
En una plantilla repleta de estrellas que incluye a Roberto Firmino, Mohamed Salah, Sadio Mané y Diogo Jota, Díaz se ha consolidado muy rápidamente como titular. Es la baja del primero la que le ha aupado a entrar habitualmente en el once de Klopp. Es más, ha superado al portugués, que era el relevo natural. Ocupa la banda izquierda y es un auténtico torbellino. Acabó con la reacción del Villarreal en el partido de vuelta de semifinales de la Champions él solo.
"Lo que más se nota y se ve es la intensidad del juego aquí. Tácticamente, la forma en la que nos organizamos y el hecho de que también tenga que defender pueden ser lo más difícil hasta ahora. Tengo ese aspecto de mi juego, ya que pasé un tiempo jugando en el Oporto y creo que conseguí recoger y aprender mucho allí. Seguiré mejorando aquí también, pero estoy encantado de haberme adaptado como lo he hecho", explica el colombiano. Luis Díaz quiere poner la guinda ganando la Champions.
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