Mientras el fútbol femenino se prepara para dos años de presumible avance con la celebración de la Eurocopa 2022 en Inglaterra y del Mundial 2023 en Australia y Nueva Zelanda, en algunos países sigue sin estar bien visto que las mujeres ya no es que quieran jugar o dedicarse al deporte rey de forma profesional, sino que incluso les niegan el derecho a ir a los estadios.
Esto es lo que sucede en países como Irán. Fue hace tan solo unas semanas cuando las mujeres intentaron volver al estadio. Lo hicieron para poder ver, en el estadio Imam Reza de Mashhad, el partido ante Líbano de clasificación para el Mundial de Qatar 2022. Pero no pudieron ingresar en el campo e incluso la seguridad de este utilizó gas pimienta contra ellas para impedirlo.
Una situación que es denunciada en el mundo libre. Sin embargo, continúan pasando cosas como estas. Aunque, eso sí, no les han podido negar en la actualidad el poder ejercer como futbolistas. De hecho, la selección de Irán de fútbol femenino disputó, por primera vez en su historia, un torneo internacional recién entrado el nuevo año 2022.
Fue en la Copa Asiática Femenina donde debutó la selección de Irán en un campeonato a nivel internacional. Cayó goleada por 7-0 y 5-0 contra China y Taiwán, respectivamente; aunque lograron empatar a 0 ante India. Lo que pasa es que este resultado fue anulado después porque el combinado indio tuvo que retirarse debido a un brote de Covid-19.
La imagen del cambio
Si hay una mujer que lucha en Irán por el presente y futuro del fútbol femenino en el país esa es Maryam Irandoost. La entrenadora cree que el deporte puede ser el germen para que algo empiece a cambiar. Para esa igualdad de género. Para que ver a mujeres en las gradas de los estadios no sea un hecho remarcable en el resto del mundo, sino algo normal.
"Durante años he tratado de cambiar esto. La clasificación de nuestras chicas y su participación en la Copa Asiática ha cambiado las creencias de mucha gente en Irán y creo que esta barrera desaparecerá en un futuro cercano", ha asegurado la técnica en declaraciones que recoge The Guardian.
"Entrar a los estadios no se trata solo de ver los partidos y no solo de aumentar el número de aficionados. También cambiará la visión del fútbol femenino en Irán", ha afirmado Maryam Irandoost. La entrenadora ha apuntado que no está "decepcionada" por las goleadas sufridas durante la Copa Asiática Femenina: "Nuestras chicas tienen un buen potencial técnico. Tenemos áreas en las que tenemos que trabajar, pero si hay el mismo tipo de inversión e infraestructura que ha habido durante el año pasado, estaremos al mismo nivel que los mejores equipos de Asia en cinco o seis años".
Acabar con la brecha
Maryam Irandoost ha puesto de relieve la diferencia entre el fútbol femenino de Irán con el de la mayor parte de países del mundo. "Hay una brecha de 50 años con respecto a los mejores equipos del mundo. Pero las familias aquí están muy interesadas en el fútbol y esto anima a las niñas a jugar", ha comentado la seleccionadora de Irán.
"Nunca ha habido dinero en el fútbol femenino, pero el fútbol base se está volviendo cada vez más profesional. Tenemos una buena infraestructura. El interés en los últimos tres o cuatro años ha aumentado significativamente. En los últimos nueve meses, la federación ha tenido un buen plan y eso nos ayuda a clasificarnos para la Copa Asiática", ha apuntado Irandoost, quien calcula que hay alrededor de 2500 futbolistas en Irán.
El objetivo es no dar ni un paso atrás, sino mirar hacia el futuro con optimismo ante lo que puede venir: "Es difícil decir qué equipo avanzará, pero nuestra selección masculina siempre ha demostrado que puede enfrentarse a equipos más grandes y obtener buenos resultados. Si el apoyo de la federación continúa, también podemos jugar contra Inglaterra y Estados Unidos en la Copa del Mundo en diez años".
Para lograrlo, hitos como el mero hecho de participar en una Copa Asiática son de vital importancia: "Eso fue muy importante. Antes, muchos pensaban que estaba bien que las chicas simplemente jugaran al fútbol, pero después de la Copa Asiática, la gente dice que podríamos estar en grandes torneos e incluso ganar. Nuestros objetivos se han vuelto mucho más grandes en muchos sentidos".
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