En la prensa de Japón ha vuelto a aparecer el nombre de Miguel Ángel Lotina (Meñaca, 1957). El motivo es que estaría a punto de aceptar un nuevo trabajo en los banquillos a sus 64 años: dirigir al Vissel Kobe donde juega Andrés Iniesta. Para Lotina sería su cuarta aventura en un equipo nipón desde que llegara al país asiático en 2017.
Han pasado diez años desde que Lotina dirigiera por última vez un equipo del fútbol español. Fue en 2012 en el Villarreal, equipo que acabó descendiendo aquel año y que puso otra piedra más en la nefasta maldición que persiguió al técnico vasco durante años. Antes de la pérdida de categoría con el Submarino Amarillo vivió lo mismo con Logroñés, Celta, Real Sociedad y Deportivo, todos ellos casos sonados este siglo.
20 años antes de su experiencia en el Villarreal, Lotina cogió por primera vez el banquillo de un equipo profesional. En el Logroñés, al que volvió la temporada 1996/1997 para consumar su primer descenso, comenzó la historia de uno de los entrenadores con mayor recorrido de la historia reciente del fútbol español. Durante dos décadas entrenó a nueve equipos diferentes para después irse de gira por el mundo.
Lotina fuera de España
La historia de Lotina en España es más conocida, no tanto lo que hizo a partir de 2014 tras pasar un año sabático. Lo primero fue marcharse a Chipre para dirigir al AC Omonia Nicosia, pero solo duró 38 días y ese mismo año recorrió 2.000 kilómetros para marcharse también a Qatar para entrenar. Hasta 2016 dirigió al Al-Shahaniya Sports Club, aunque a los dos partidos oficiales interrumpió su trabajo por discrepancias con los directivos. Luego volvió y ascendió al equipo a la primera división qatarí.
A punto de cumplir los 60 años, Lotina decidió emprender otro viaje hacia el otro costado de Asia. En Japón encontró su siguiente reto y, aunque entonces no lo sabía, el sitio donde iba a pasar sus siguientes casi cinco años. Aterrizó primero en la capital parra dirigir al Tokyo Verdi de la segunda japonesa. Los dos años que estuvo llegó a disputar los playoffs de ascenso, sin culminar la obra, y luego recibió la llamada de un primera.
En diciembre de 2018 fichó por el Cerezo Osaka, donde estuvo dos temporadas siempre alcanzando los puestos de arriba y clasificándose para la Liga de Campeones Asiática en su segundo año. Luego recibió la oferta del Shimizu S-Pulse, donde estuvo entre 2020 y 2021, pero fue despedido al dejar al equipo 16º a 2 puntos de la zona de descenso.
Lo inesperado fue vivir en Japón el estallido de la pandemia, tan cerca de la zona cero: Wuhan (China). Sin embargo, Lotina decidió quedarse en Osaka, cuando era técnico del Cerezo Osaka, haciendo cuarentena. Vivió aquello con tranquilidad, hecho ya a un fútbol y un estilo de vida bien distinto al occidental.
Ahora Lotina está por empezar su cuarta etapa como entrenador en Japón. Será en un ambiente que en parte le devolverá al fútbol español. Además de Iniesta, en el Vissel Kobe dirigirá a otros dos españoles: Sergi Samper y Bojan Krkic. El objetivo no es otro que sacar al equipo de la zona de abajo de la tabla tras un mal inicio de temporada: solo suma siente puntos, con una victoria, cuatro empates y cuatro derrotas.
[Más información: El peor partido de Andrés Iniesta: su campaña de criptomonedas daña su imagen a nivel mundial]