La reacción del FC Barcelona en el mercado de invierno se sigue haciendo notar, aunque todavía está por ver cómo les afecta económicamente. Xavi Hernández guio al equipo culé a los octavos de final de la Europa League después de golear al Nápoles en el Diego Armando Maradona. [Narración y estadísticas: Nápoles 2-4 FC Barcelona]
Jordi Alba y Frenkie De Jong pusieron el choque de cara a los 12 minutos. A pesar de que Lorenzo Insigne recortó distancias tras un tonto penalti de Marc-André ter Stegen, Gerard Piqué ahuyentó cualquier atisbo de remontada antes del descanso y Pierre-Emerick Aubameyang sentenció el encuentro en la segunda parte. Marco Politano recortó distancias a cuatro minutos del final.
El Barça ha terminado de llenar el vaso. Juega el purgatorio de la Europa League, pero vuelve a competir como un equipo de Champions. Más allá de la diferencia marcada gracias a los fichajes de invierno, el contraste con las versiones derrotadas de Múnich o Lisboa es indiscutible. El gran matiz está en el juego, en el plano de un entrenador empeñado en jugar de una determinada manera, que estudia a los rivales y coloca las piezas con sentido.
La victoria es coral, pero es de justicia poner el foco en el gran papel de De Jong. Si hace unas semanas no quedaba claro cuál de los dos, si Frenkie o Luuk, aportaba más, la goleada en Nápoles acaba con la broma y explica por qué el primero está en la agenda de media Europa pese a no haber brillado en el Camp Nou. A pesar de todas estas buenas noticias, Xavi ha dejado claro que no se ven como favoritos para el segundo título continental.
Casi sentenciado
Toda la efectividad que le faltó hace una semana en el Camp Nou, la tuvo el Barça al inicio de la primera mitad. Insigne sacaba mal en corto un córner en una jugada ensayada, y el conjunto azulgrana robaba el balón para armar una contra a todo velocidad entre Aubameyang, Adama y Jordi Alba, que batía a Meret a los 8 minutos, en la primera llegada visitante de todo el partido. Cinco minutos después, un rechace de la zaga local lo recogía Ferran Torres, que cedía de espuela a Frenkie de Jong para que este hiciera el 2-0 con un gran disparo de rosca desde fuera del área. El prólogo del gran partido que haría el neerlandés en Nápoles.
Si el primer gol silenció San Paolo -rebautizado hace poco más de un año con el nombre del astro argentino-, el segundo provocó lo primeros pitos del público napolitano contra su equipo. Pero el Nápoles se encontró con un regalo inesperado: Ter Stegen medía mal su salida y derribaba en un lateral del área a Osimhen, frenando la carrera del potente punta nigeriano en una jugada que aparentemente no tenía excesivo peligro. Insigne, de penalti, acortaba distancias para su equipo, pero el Barcelona no acusó el inesperado contratiempo y siguió dominando a placer a la escuadra transalpina.
El equipo de Xavi ejecutaba la presión alta con avidez, ahogando la salida de su rival y aplicándose en la recuperación tras pérdida para combinar entrena líneas con precisión y velocidad y no dar tregua a la portería defendida por Meret. Entre Ferran Torres y Aubameyang tuvieron media docena de ocasiones para hacer el tercero, pero esta vez les faltó puntería que sus compañeros habían tenido al inicio. Los italianos, en cambio, solo tuvieron su oportunidad en un disparo desviado de Insigne. Y encima, el Barça recuperaba la diferencia de dos tantos justo antes del descanso, cuando Piqué cruzaba a la cepa del poste un balón rechazado por la defensa local tras un saque de esquina.
Cerrar la exhibición
Nada cambió tras la reanudación. Si acaso, que el Barcelona ni siquiera necesitó emplearse con la misma intensidad para seguir dominando el duelo con insultante comodidad. Meret tenía que sacar un centro envenenado de Adama antes de que este habilitase en la siguiente jugada a Aubameyang para que fusilara de primeras al meta del Nápoles e hiciera el 1-4 cuando el partido estaba a punto de llegar a la hora.
Y atrás, Piqué y Araujo se turnaban para frenar a Osimhen, la única amenaza napolitana y que tuvo en sus botas el segundo para su equipo antes de ser sustituido. De hecho, Spalletti y Xavi hacían tres cambios cada uno dando la eliminatoria por finiquitada cuando faltaba un cuarto de hora para que acabara el choque.
Un desenlace inesperadamente plácido para un Barça que se relajó en la recta final y que dio algo de vida a su rival, que recortó distancias en el 87 al aprovechar Politano una pérdida de Nico dentro del área. Petagna tuvo la última clara del partido en un disparo rechazado por Ter Stegen, pero solo fue una nueva concesión de la escuadra azulgrana, porque el Barcelona, que ya mereció sentenciar la eliminatoria en la ida, fue muy superior durante todo el encuentro.
Nápoles 2-4 Barça
Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Koulibaly, Mario Rui; Fabián Ruiz (Ounas, min.73), Demme (Politano, min.46), Elmas, Zielinski (Mertens, min.73); Insigne (Petagna, min.82) y Osimhen (Ghoulam, min.74).
Barcelona: Ter Stegen; Dest, Araujo, Piqué, Jordi Alba; Sergio Busquets (Gavi, min.62), Frenkie de Jong, Pedri (Nico, min.75); Adama (Dembélé, min.74), Ferran Torres (Riqui Puig, min.82) y Aubameyang (Luuk de Jong, min.75).
Goles: 0-1: Jordi Alba, min. 8. 0-2: Frenkie de Jong, min. 13. 1-2: Insigne (p.), min. 23. 1-3: Piqué, min. 45. 1-4: Aubameyang, min. 59. 2-4: Politano, min. 87.
Árbitro: Sergei Karasev (RUS). Mostró tarjeta amarilla a Zielinski (min.56), Fabian (min. 62) y Gavi (min. 93).
Incidencias: Partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa disputado en ele Estadio Diego Armando Maradona. Antes del encuentro, ambos equipos posaron con una pancarta con el lema 'Stop war' (Parad la guerra), posicionándose en contra de la invasión de Rusia a Ucrania.