Justin Fashanu (Londres, 1961) hizo historia en el mundo del fútbol. Este delantero de origen nigeriano nacido en Inglaterra logró ser el primer jugador negro cuyo traspaso costaba más de un millón de dólares. Pero, además, también fue el primer jugador en reconocer públicamente su homosexualidad. Este tabú continúa hoy en día en el fútbol masculino y a Fashanu le costó literalmente la vida. Por ello, el 19 de febrero -fecha de su cumpleaños- se celebra el Día Internacional contra la Homofobia en el Deporte.
El joven no tuvo una infancia sencilla. Sus padres se divorciaron y tanto Justin como su hermano John pasaron a vivir en un orfanato. No tardarían en marcharse con una familia de clase media. Y, desde entonces, ambos vincularon su crecimiento al deporte. Justin primero probó con el boxeo, pero acabaría dándose cuenta que lo suyo era el fútbol. Curtido en la cantera del Norwich, acabó dando el salto al primer equipo en 1978 cuando apenas tenía 17 años.
Fashanu era rápido, fuerte y con gran olfato goleador. El impacto de su rendimiento no pasó desapercibido. Y menos viendo de dónde venía, pues un jugador negro de origen humilde no las tenía todas consigo para llegar lejos. Sin embargo, el fútbol pudo con todo y el delantero acabó fichando por el Nottingham en 1981. El club inglés venía de ser campeón de Europa y convirtió a Fashanu en el primer jugador de raza negra que costaba más de un millón de dólares.
La primera barrera ya estaba superada. Allí, además, coincidió con un mito del fútbol inglés como Brian Clough. Y lo que parecía un sueño acabó pasando a ser una pesadilla. Clough entendía mucho de fútbol, pero como gran parte de la sociedad de la época entendía el deporte como un mundo completamente homófobo. Por ello, cuando empezó a saber de los bares que frecuentaba Fashanu, le paró los pies. El goleador tenía que decidir: o su libertad sexual o el fútbol.
La caída profesional y personal del inglés comenzó ahí. Tal fue la tensión con un entrenador que no respetaba su condición que tras un año se marchó. Desde entonces pasó por varios clubes. Su sexualidad no se había hecho pública, pero compañeros y el sector del deporte la conocían perfectamente. De ahí que el ambiente generado acabara con sus aspiraciones deportivas.
En 1987, una lesión grave obligó a Fashanu a parar. Y, además, dio la excusa perfecta al Brighton para desvincularse del delantero. Fashanu veía su carrera completamente estancada. Su hermano John tampoco ayudaba a la relación y llegó a ofrecerle dinero para que no hiciera público que era gay. Según él, eso podía afectarle a él dado que el resto de clubes se pensarían que tenía los mismos gustos.
Tres años después, Fashanu reapareció en su país para cambiarlo todo. The Sun, diario de los más leídos del país, le ofreció su portada. En ella, Fashanu apareció reconociendo públicamente que era gay. 1990 y el primer futbolista reconocido homosexual daba su nombre y apellidos. Muchos le criticaron que cobró por esa imagen, pero él ya había hecho historia.
Cuando su homosexualidad se hizo pública, Fashanu fue pasando de equipo en equipo. Un total de 13 clubes en apenas siete años. Algunos de ellos de la liga australiana. Acabaría colgando las botas en la Tercera británica. Pero su vida se truncaría aún más en 1998. Un joven de 17 años le acusó de agresión sexual. Fashanu, de raza negra y homosexual, fue la diana de la prensa sensacionalista. La presión fue tal que, pese a que no había pruebas, estaba casi condenado públicamente.
Pasado un tiempo, Justin Fashanu decidió poner fin a su sufrimiento. El delantero prometedor que costó más de un millón de dólares se quitó la vida. El talento británico al que ser homosexual y no ocultarlo le costó la carrera dijo basta. "Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable antes de comenzar el juicio [...]. Espero que el Jesús que amo me acoja. Finalmente encontraré la paz". En esta misma nota detalló que su encuentro con el chico de 17 años fue consentido y que este le intentó chantajear, pero que al no aceptar un pago económico decidió denunciar su romance.
El silencio continúa
El hecho de que en la actualidad solo se conozca a un jugador homosexual presente en la élite del fútbol mundial da más valor aún a lo que realizó Fashanu en su día. En la actualidad, solo Josh Cavallo figura entre los jugadores en activo que han dado visibilidad y normalidad al colectivo. El australiano de 20 años juega la primera división de su país y se convirtió en el primer futbolista en activo del momento en dar este paso. Una decisión que le generó una oleada de apoyos, pero que meses después también le han acarreado insultos y ataques homófobos en los campos de fútbol.
Más allá de estos dos casos, la homosexualidad en el fútbol masculino de élite sigue silenciada. Pocos creen que siendo un deporte referencia en todo el mundo, especialmente en Europa, no exista ningún jugador en las principales ligas masculinas del continente. Por ello, las campañas de visibilización continúan más de 20 años después de que Justin Fashanu se quitara la vida por la presión social.
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