Hace mucho tiempo que el fútbol se ha sumido en un debate existencial sobre su supervivencia. Para aquellos que permanecen anclados en el pasado, y que no hacen mucho uso de las nuevas tecnologías, parece casi un sacrilegio afirmar que el deporte rey está en una verdadera crisis.
Sin embargo, los datos de audiencias cada vez demuestran más esa tendencia. Los eSports le están ganando la batalla al fútbol español de manera progresiva y silenciosa. Y solo los equipos que lideran el proyecto de la Superliga Europea parecen estar preocupados por ello.
La pasada semana se ha podido constatar un nuevo hecho en esta guerra. En la Superliga del conocido juego League of Legends se ha producido un enfrentamiento muy esperado. Se trataba del Finetwork KOI - Heretics. El equipo de Ibai Llanos y Gerard Piqué contra el del conocido streamer TheGrefg y el exjugador del Real Madrid Sergio Reguilón. Todo un acontecimiento para los aficionados de los eSports y todo un misterio para aquellos que no siguen este tipo de eventos.
La realidad es la siguiente. Se estima que el partido de la Superliga de League of Legends tuvo una audiencia global de 250.000 espectadores. De hecho, fue el récord absoluto de la competición. El encuentro fue retransmitido en directo por los canales oficiales de Ibai, del gamer y streamer Werlyb y de la LVP, la empresa organizadora de la Superliga.
Para dimensionar mejor el tirón de este tipo de eventos basta con afirmar que este partido superó en audiencia a más de la mitad de los partidos disputados en Primera División esta jornada. Un dato que da la razón de manera irrefutable a Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid ya avisó en su presentación del proyecto de la Superliga Europea de la tendencia tan cambiante que estaban registrando las audiencias del fútbol, sobre todo entre los más jóvenes. LaLiga está perdiendo la batalla con los eSports.
El balompié está cediendo en la guerra de las audiencias y eso se traduce en una pérdida de dinero y en un peor posicionamiento en los mercados. El resultado es menos ingresos y más deudas para los equipos e instituciones. Entre Real Madrid y Barcelona mantienen la mayoría de la audiencia del fútbol español, mientras que el resto de encuentros sufre en las comparaciones. Esta tendencia invita a pensar que el sorpasso estará cada vez más cerca teniendo en cuenta que los potenciales espectadores que vienen.
Los jóvenes están más enganchados a este tipo de juegos que a los deportes tradicionales. Esto no sucedía hace 20, 30 o 50 años evidentemente, pero sí pasa ahora. El mundo está cambiando a toda velocidad y el fútbol con proyectos obsoletos no está sabiendo subirse al tren de la modernización y el progreso. Se necesitan más partidos entre los grandes para que a su vez crezca la afición y enganchar a los jóvenes. Es decir, un proyecto como la Superliga Europea.
Una jornada histórica
Esos 250.000 espectadores, en una audiencia mundial, suponen una cifra récord en la Superliga de League of Legends, pero también la confirmación suprema de una tendencia que se viene repitiendo en los últimos tiempos. Solo hubo cuatro partidos que superaron estos registros, de los cuales dos sí golearon ampliamente al ofrecido por la LVP.
Casualmente, fueron los partidos que disputaron el Real Madrid, el Atlético de Madrid y el FC Barcelona. Los tres equipos más grandes y con más afición de España, pero también los que habitualmente ofrecen mejores partidos. Un dato que respalda el modelo ofrecido por la Superliga Europea, a través de la cual se pretendían instaurar grandes encuentros cada jornada. Con ello, se aumentarían los ingresos también para remolcar a todos los equipos que se están quedando rezagados tanto en los mercados como en las audiencias.
Analizando datos a nivel nacional, y no a nivel mundial como sucede con los ofrecidos por los eSoprts, el Getafe - Levante fue el partido menos visto con 85.000 espectadores. El Elche - Alavés registró un total de 100.000 espectadores. Casi la mitad que el KOI - Heretics. La emoción del descenso ya no mueve montañas. Ni siquiera en un periodo en el que la pandemia ha acentuado el temor a ir a los estadios, propiciando que los aficionados se queden en casa para ver los partidos.
El Mallorca - Cádiz reunió a casi 140.000 espectadores frente al televisor mientras que el Celta - Rayo Vallecano y el Valencia - Real Sociedad superaron de milagro los 200.000. Sin embargo, ninguno pudo hacer frente al poderío cada vez más asentado de los eSports. Por su parte, el Osasuna - Sevilla y el Betis - Villarreal rondaron los 380.000 espectadores cada uno y sí superaron con cierta holgura el duelo entre Ibai y TheGrefg.
En otra guerra se situaron el Real Madrid - Granada y el FC Barcelona - Atlético de Madrid, los dos grandes partidos de la jornada. Ambos superaron el millón de espectadores. El enfrentamiento entre culés y colchoneros fue el más visto con 1.230.000 personas. De momento, estas astronómicas cifras son impensables para los eSports. No obstante, también lo era hace no mucho reunir a decenas de miles de personas y eso ya lo consiguen con cierta regularidad. Esto es gracias en gran parte al tirón de sus grandes personajes que se han convertido en súper estrellas.
Los motivos del sorpasso
Existen muchas teorías diferentes para explicar cómo se ha producido este cambio de tendencia en el mundo de las retransmisiones y, sobre todo, de los intereses. Antes los niños estaban deseando que llegara el fin de semana para que volviera La Liga y ver jugar a todos los equipos. Ahora los más jóvenes tienen muchas más opciones.
La diversidad de contenidos y la facilidad de acceder a ellos es total. Es el mercado más útil, rápido y sencillo. Solo tienen que poner un vídeo o una retransmisión en directo de un streamer para ver en cuestión de segundos lo que más les gusta y durante el tiempo que quieran. Da igual que estén en la cama de su casa, viajando en coche o tren o incluso en la calle.
Lo tienen donde quieran al alcance de la mano. Y si se cansan, lo paran y continúan cuando les vuelva a apetecer. Además, este tipo de consumo en su mayoría es gratuito y productos como el que ofrece LaLiga a través de su competición no lo son, lo que ayuda a decantar la balanza de su lado. Otro punto a debatir sería si los precios que estos tienen son o no proporcionados y razonables.
Los más jóvenes eligen cada vez más este tipo de contenido y esto se viene repitiendo durante los últimos años. Así es como están ganando la batalla de las audiencias. Mientras las del fútbol, y las de otros deportes, envejecen, aquí surgen hornadas de nuevos espectadores a cada rato. Así son capaces de juntarse cientos de miles de personas viendo simplemente un partido de algo que parece no tener mucha historia, pero que realmente les apasiona.
Los niños y jóvenes son el futuro y ese futuro cada vez se aleja más de la pelota. Con una pérdida progresiva de consumidores, este producto que parecía imbatible se devalúa y comienza a caer de forma alarmante. Por eso es deber de LaLiga y de las diferentes instituciones acercarse cada vez más a estos universos para encontrar cuáles son las claves de los nuevos crecimientos y aplicarlas a sus negocios. Aunque ello implique cambios estructurales históricos. Renovarse o morir.
Superliga y otros proyectos
Hace menos de un año, la Superliga Europea de fútbol salía a la luz de manera oficial. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, alertaba sobre la complicada tendencia que estaba viviendo el deporte rey mientras algunos como Javier Tebas negaban la mayor. Para ellos, el fútbol y los equipos no estaban arruinados incluso habiendo tenido que pasar por una época de dura crisis por culpa del coronavirus.
Pero todos estos datos demuestran que el máximo dirigente del club blanco estaba en lo cierto. Lo que quizás no se esperaba es que el cambio de escenario se produjera a tanta velocidad, lo que obliga a todos los agentes implicados a intervenir cuanto antes. La Superliga no es un proyecto que fomente ni tenga nada que ver con los eSports, pero que sí puede plantar cara en esa lucha por atraer a los jóvenes.
La Superliga sí pretende cambiar cosas en el fútbol para que vuelva a ser un espectáculo entretenido y mediático. Para que vuelva a ser el rey con modificaciones estructurales, mejores jugadores, mejores equipos e igualdad con el Fair Play Financiero. Se pretende que el fútbol vuelva a ser el gran reclamo que fue durante décadas.
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