La situación de Ousmane Dembélé en el FC Barcelona parece haber llegado a un punto de no retorno. El jugador azulgrana sigue sin renovar y en el club empiezan a estar cansados de una negociación que se ha enquistado con el paso del tiempo. Además, ahora Xavi Hernández ha dejado de lado al jugador para unirse a la versión de la entidad blaugrana.
Las cosas están claras. El Barça quiere renovar al jugador, pero no puede afrontar las demandas que exige. Su representante ha dejado caer que no están dispuestos a firmar por menos de 15 millones de euros netos anuales. Por si esto fuera poco, piden también unas jugosas primas tanto para el futbolista como para el agente.
Lógicamente, el FC Barcelona no puede hacer frente a estas altas exigencias en su situación de crisis actual y la renovación de Ousmane tendría que hacerse a la baja y buscando una compensación económica a la larga, cuando el club mejore su estado financiero. El acuerdo está lejando y la decisión está tomada: o renueva o no juega. Así es como se ha producido el último mandato del club. Xavi y el Barça se han puesto de acuerdo para que Dembélé no viaje a Bilbao.
El próximo partido del FC Barcelona será en Copa del Rey ante el Athletic. Los dos equipos quieren lamerse las heridas tras la Supercopa de España y el conjunto catalán lo hará sin su mayor activo en ataque. Mientras recupera a futbolistas como Ferran Torres, Ansu Fati o Pedri, Dembélé no estará ni en el banquillo.
La convocatoria ofrecida por el club y realizada por Xavi Hernández ha confirmado esta dura decisión respecto al jugador francés que está envuelto en una guerra tanto con su entrenador como con su entidad. La diferencia es que ahora el técnico ha cambiado totalmente su percepción del caso.
Cambio de postura
Mientras hasta ahora se mantenía prudente y sin grandes posicionamientos, e incluso defendiendo a un futbolista al que veía potencial de ser el mejor del mundo, ahora no. Ahora Xavi ha decidido crucificar a Dembélé tal y como Joan Laporta y su junta directiva quieren. La presión es máxima mientras el jugador apunta a clubes como el PSG o el Newcastle.
Todavía quedan unos días de mercado para buscar una solución que no pasa por otro camino que una salida. Sin embargo, si el Barça no encuentra un acomodo que guste a Dembélé y su entorno, tienen claro que no volverá a vestir la camiseta blaugrana en lo que resta de temporada. Muy mal les tienen que ir las cosas en lo deportivo, peor incluso que ahora, para que tomen la decisión de recular y que este vuelva a entrar en una convocatoria.
La decisión tomada por el Barça y apoyada ahora por Xavi Hernández ha sido muy criticada por diferentes sectores. Se considera como una falta de respeto y como una privación de los derechos de un jugador que, guste o no, tiene contrato. Pero el FC Barcelona no quiere más circo con Dembélé. Consideran una ofensa sus exigencias económicas y que tampoco esté por la labor de ayudar con una salida. Lo hará en verano, gratis y dejando atrás un polvorín después de haber costado más de 140 millones de euros y con un pobre rendimiento.
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