Joan Laporta viajó este lunes a París para liderar la expedición del Barça en la gala del Balón de Oro. El grupo culé era de los más amplios de todos los clubes que estuvieron representados en la ceremonia, con Alexia Putellas y Pedri entre los premiados de la noche. Sin olvidarse de un Leo Messi que se llevó el mayor de los galardones y que todavía es muy sentido entre los azulgrana pese a su traumática salida.
Era una noche de otros tiempos para el Barça. Lo más parecido a cuando en 2010 el podio del Balón de Oro estuvo copado por jugadores azulgranas: Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández. Nada que ver aquella época con la que vive hoy día la entidad de la ciudad condal, una de las peores de toda su historia. Y ayer parecía que el equipo que dirige el propio Xavi fuera el dominador absoluto del fútbol europeo.
Como despertarse de un sueño, el Barça vuelve a la realidad desde este martes. Es séptimo en Liga a diez puntos del líder, el Real Madrid, y en Champions League debe dar la cara en casa del Bayern Múnich para no quedarse fuera de la competición en fase de grupos, lo cual no ocurre desde la temporada 2000/2001. El escenario, en lo deportivo, es el peor posible e inimaginable hace no tanto tiempo.
El Balón de Oro de Messi, dejando aparte que fuera más o menos merecido, es sentido como propio en el Barcelona. Sin embargo, este verano se separaron los caminos de uno y otro. En París no hubo abrazo entre un Messi que sigue sintiéndose engañado por el club y un Laporta al que le pesa no haber sido capaz de retener al mejor futbolista de la historia de la entidad.
Ni siquiera el Trofeo Kopa que fue para Pedri da para muchas celebraciones. Merecido premio para el canario que con 18 años (cumplió los 19 el pasado día 25) lo jugó todo en el Barça y en la Selección, pero eso le está pasando factura. Lesionado por la carga de partidos que tenía encima, lleva sin jugar desde el pasado 29 de septiembre y seguirá de baja casi todo diciembre.
Putellas y el femenino, un oasis
De lo que sí pueden sacar pecho el Barça y sus aficionados es del equipo femenino. Lo de Alexia Putellas es solo la consecuencia de los pasos históricos que ha ido dando el conjunto azulgrana en los últimos años. La Champions League del curso pasado terminó por consagrar a la plantilla como la mejor del mundo y la de Mollet del Vallès ha recibido su merecido reconocimiento.
Un oasis dentro del desierto, se podría decir sobre ese Balón de Oro de Putellas. La cabeza de Laporta está en que la apuesta por Xavi Hernández, apoyado en un grupo joven de futbolistas de sus frutos y que la economía del club se vaya sanando poco a poco. Será un proceso tedioso en el que fallar al dar pasos o precipitarse solo lo alargará. Ni grandes fichajes ni grandes alegrías a corto plazo en cuanto a pelear por títulos.
El Barça reinó en el Balón de Oro 2021. A veces hasta una crisis sin precedentes tiene hasta momentos de alivio. Fue una noche para volver a sentirse grandes. Horas después la realidad sigue siendo la que es y solo vale trabajar para que no se vuelva a tardar una eternidad en volver a estar ahí y, sobre todo, competir. Los premios individuales no dan de comer a ningún club, solo los resultados en lo colectivo.
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